La Paz es un Municipio a 15 minutos de Valledupar, cuyo nombre es reconocido en el mundo por  la dinastía de reyes vallenatos como lo es la familia López y las infaltables almojábanas de maíz con queso. Esta población tiene 24.000 habitantes y 18.000 de estos viven del comercio de los hidrocarburos donde muchos niños han dejado las aulas de clases para trabajar en una actividad más rentable que las drogas.
Desde hace unos 30 años atrás sus representativas almojábanas como sustento principal de esta localidad, fueron reemplazadas por la venta de combustibles como ACPM y la gasolina.

En los últimos 10 años unos 900 niños dejaron los salones de clases para expender gasolina, según lo demuestra una encuesta realizada por la Universidad Popular del Cesar, La Fundación ECOPETROL (FUNDESCAT) y una cooperativa que organizó los pimpineros conocida como MULTICOM en el año 2011 en compañía de algunos directores de instituciones locales como Wilmer Galindo del Colegio San José y Javier Noriega del Centro Educativo Ciro Pupo Martínez.

Hoy en día después de 30 años de haber llegado el combustible de contrabando a La Paz, el negocio de las mafias y pimpineros está dejando a los jóvenes y  niños prácticamente analfabetas, envueltos en el mundo de las drogas y muchos muertos en vías del Departamento de La Guajira. y hasta aquellos niños sumidos en los vicios.

Como es el caso del joven Jaime Eduardo Zuleta de 20 años  quien compartió su testimonio. “Yo me retiré del colegio cuando tenía 12 años porque me ganaba $85.000 diarios, cuando llegaba el mes tenia ahorrado un aproximado de  $2.635.000 pesos  y no sabía qué hacer con tanta plata,  lo cual me llevó a invertirla en alcohol y en ese mundo caí en las drogas”.
Así como Jaime Eduardo Zuleta, también tiene una historia Diana Mónica Sierra que hoy a sus 19 años la vida no le ha jugado limpio por pensar con mala cabeza.

“A mí me gustaba el colegio quería ser abogada, pero un día en el año 2006 no teniendo nada que hacer y con la necesidad de dinero unos gasolineras me encontraron en el parque cerca del colegio Ciro Pupo Martínez, me ofrecieron $50.000 pesos para un paseo y desde entonces empezó mi triste historia”.

En las calles pacificas se observan cada vez más  el aumento de niños ejerciendo esta actividad,  las autoridades municipales en cabeza del Alcalde Wilson Rincón Álvarez afirman que se están llevando a cabo programas de transformación e inclusión en proyectos educativos y sociales tal como la Reconversión Laboral para concienciar a los jóvenes y así evitar más deserción escolar de las Instituciones Educativas.

Aunque esto no parece ser cierto. En varios centros educativos como es la situación del Colegio Ciro Pupo Martínez, se expenden gasolina en las puertas y costados. A pesar que con la recién inaugurada avenida San Francisco los pimpineros se comprometieron a no expender gasolina en este tramo vial ,esto deja en tela de juicio las medidas tomadas por autoridades municipales que presentan los mayores números de niños dedicados a la venta de gasolina en todo el Departamento del Cesar, botando una cifra aproximada de  un 35% de niños dedicados al contrabando.

Por otro lado la señora Celiana María Oñate, recuerda con mucha tristeza y lo que hoy hace ver sus  ojos llorosos la historia de unos de sus hijos y nos contó que “Mi hijo salió un 3 de Abril una mañana extraña y lluviosa a las 7:00 A.m., yo sentí en mi corazón un mal presentimiento lo despedí a bordo del carro que conducía era un Renault 18 cargado con canecas de gasolina rumbo al departamento de la Guajira. Lo que yo no sabía era que ese 3 de Abril del año 2006 sería la última vez que lo viera con vida, porque el 4 de Abril había muerto calcinado en un accidente del cual no pudo escapar mi pobre muchacho”

Los muertos

En el Municipio de La Paz no existe control por parte de las autoridades de tránsito para ejercer el orden en la población, debido a esto, por las calles se ve muy frecuentemente a niños  conduciendo carros gasolineros que participan en la llamada ‘caravana de la muerte’ integrada por pimpineros de La Paz,  diario estos jóvenes hacen el viaje hacia el departamento de la Guajira donde exponen sus vidas cargados con canecas llenas de gasolinas en vehículos en mal estado lo cual  ha causado la muerte de muchos niños en trochas y vías de una forma muy reiterada.

Los niños vendedores

Pese a la cantidad de acciones que realiza la oficina de gestión social, el Instituto de Bienestar Familiar y la coordinación de la Policía infantil del Departamento del Cesar, para evitar que más menores de edad caigan o se dediquen a la venta de gasolina y pongan en riesgo sus vidas trabajando en este comercio ilegal, que llego hace 30 años a La Paz y hoy es el mayor fenómeno social que tiene no solo este municipio del norte del Cesar, sino también de La Guajira.

Agregando a lo anterior, la gasolina afecta de una forma tan grande a los niños pacíficos, que incluso los estudiantes les ha tocado soportar los olores de hidrocarburos por la comercialización que se ve a diario en las puertas de algunos colegios de esta municipalidad.

La gasolina ilegal en el Municipio de La Paz es una problemática social que no solo afecta propietarios y empleados de estaciones contribuyentes a las arcas del municipio sino también a la vida y futuro de los más pequeños.

Los nombres utilizados son ficticios por petición de las personas que dieron los testimonios

Por: Jorge Luis Contreras Ortiz

Especial para Tuperfil.Net

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