La costumbre de pagar votos con láminas de zinc, formulas médicas o cupos para el colegio aún persiste especialmente en poblaciones humildes del país. Por eso cuando a la señora María Del Carmen Angarita le ofrecieron que trabajara en una campaña política, le pareció normal que el pago fuera en especie y no en dinero.
Ocurrió hace más de doce años cuando Laureano Rincón era candidato a la alcaldía del municipio de La Jagua de Ibirico, entonces el municipio que más recibía regalías del carbón en el país. Rincón ganó, y como no hubo pago para las mujeres que se dedicaban a promocionarlo en el pueblo, se inventó una fórmula para retribuirles el trabajo.
La fórmula consistió en un proyecto de vivienda. Un total de 20 familias presentaron sus papeles ante la alcaldía siendo ya mandatario Rincón. Unos serian beneficiados con mejoras en las viviendas, y otros con viviendas nuevas. María del Carmen estaba en el segundo grupo, por lo cual la alegría era inmensa.
Vino el corre corre de presentar papeles allá y acá. De una entidad en otra se la pasaron, hasta que recibió una carta en la que le dan a conocer que salió beneficiada con una casa nueva. Sería construida en el barrio Los Fundadores del corregimiento de La Victoria de San Isidro.
“ Hemos metido papeles y nada” dice hoy esta mujer quien ahora solo tiene una carta de recuerdo. “ Yo en Bogotá aparezco con casa, pero no tengo casa” asegura, esperando que el alcalde Didier Lobo se compadezca de ella para poder tener su vivienda, esa que le prometió un político hace 12 años.
Versión del alcalde
Tuperfil.Net consultó al alcalde de La Jagua de Ibirico Didier Lobo, quien indicó que su administración está trabajando en un proyecto de construir 2 mil 100 viviendas. Lo que le queda a esas personas es inscribirse en el mismo y esperar a ser beneficiada. Lo que no asegura es pagarle a las personas lo que les quedó debiendo un alcalde de un municipio que se caracterizó hace unos años, por ser administrado por corruptos.