En la casa de esquina ubicada en la calle 69 nro 30-05 del barrio Chiriquí al sur de Valledupar, funciona una venta de cervezas. Pero en esa misma casa, vive Juan Carlos Zúñiga de 44 años de edad, junto con su esposa y cuatro hijastros. Ellos por poco pierden la vida o por lo menos resultan heridos la noche del viernes 27 de mayo, cuando varios agentes de la Policía al parecer en la persecución de unos delincuentes, ingresaron a su residencia, disparando a la ventana y a la puerta de la humilde morada.
Así lo denunció Zúñiga ante las cámaras de Tuperfil.Net, único medio que se hizo presente en el lugar horas después de ocurrido el hecho.
El hombre, natural de Barranquilla y quien se gana la vida como conductor de una empresa de transporte en Valledupar, aseguró que cuando se encontraba en la puerta de su casa observando en su celular el video de un espantoso accidente registrado en horas de la mañana de ese mismo día, observó cuando tres sujetos en moto, se dirigían hacia donde él se encontraba. Presintiendo que se trataba de un atraco, el propietario de la casa ingresó corriendo a la misma, y cerró la puerta. Minutos después uno de los motorizados con un casco aún colocado, le dijo a un agente de la Policía que venía detrás de él, que el interior de la casa se había encerrado un delincuente que se encontraba armado.
Segundos después, según denunció Juan Carlos Zuñiga, comenzaron a sentir los disparos que les propinaron a la ventana de la casa y la puerta. Creen ellos que fueron por lo menos cinco disparos. Una de las ojivas fue mostrada a Tuperfil.Net por la esposa del afectado, quien observó cómo su compañero permanente quedó entre la puerta y la ventana mientras ingresaban los proyectiles.
Luego que la situación se calmó, Zúñiga y su compañera salieron a la calle, donde se encontraban sus vecinos tratando de convencer a los oficiales de la Policía de que en esa casa vivían personas decentes.
Ante estos testimonios, los miembros de la Policía se ausentaron del lugar sin presentar por lo menos las respectivas excusas.
Otro caso en una residencia cercana.
Una situación similar que se presentó a dos casas de los hechos narrados. Fue en casa de la señora María del Carmen Madrith, quien aseguró que cuando ella y su esposo estaban acostados, mientras su cuñado se encontraba en la sala de la vivienda viendo televisión, agentes de la Policía llegaron pateando la puerta logrando ingresar a la residencia.
Cuando los oficiales ingresaron, asegura Madrith, encañonaron a su cuñado, buscaron por toda la casa al parecer a un delincuente que se les había escapado.
Cuando observaron que no había nada en la humilde residencia, también se fueron sin decir nada. Ambos casos ocurrieron casi que de manera simultánea.
Estos hechos serán denunciados por parte de los afectados el próximo martes ante la Procuraduría, ya que tienen anotados números de placas de las patrullas y de los uniformados.