Manchas, así se llama la gata que deambula por la central de abastos de Valledupar Mercabastos, y que desde hace varios días solo se dedica a criar gaticos. Uno parece que nació hace dos semanas, otro hace pocas horas y el otro hace como un mes. Eso es lo extraño y lo que llama la atención a quienes llegan a la bodega de la señora Omaira Díaz una mujer de unos 60 años que vende verduras en ese lugar hace muchos tiempo. Y no es que Manchas haya parido los gatos con días de diferencia, sino que decidió adoptar a tres gaticos que fueron abandonados por sus dueños en ese lugar.
¿Por qué Manchas hace tan generosa tarea?. A decir de Omaira, hace pocas semanas su gata abortó a los hijos que llevaba en el vientre, y en vista de la necesidad de pasar el duelo, resolvió por instinto amamantar a los gaticos que habían sido abandonados.
Esa sería la única razón, sino fuera porque Manchas también fue abandonada en Mercabastos. Omaira dice que un día la encontró en una caja al pie de su negocio, decidió llevarsela a su casa ubicada al sur de la ciudad, pero luego la devolvió a donde tiene su negocio para que la acompañara. Desde entonces no solo es su compañía, sino que de paso la ayuda en esa labor social que esta mujer tiene desde hace mucho tiempo: salvar los gatos que son abandonados.
Ella es una especie de bienestar familiar de los gatos. Los rescata del abandono, los alimenta y luego los ofrece en adopción. ” A diario se llevan gatos, pero muchas veces no, muchas veces los rechazan ” dice la mujer quien a parte de plátanos y demás verduras, trabaja rodeada de los agradecidos felinos.
Al parecer los gatos son de los animales menos apetecidos por los humanos, por lo menos en Valledupar. Omaira los ama, los cría aunque tarde o temprano se desprende de ellos para que lleven una vida mejor al lado de sus nuevos amos.


