Turquía, octubre 6 de 2025. Lo que comenzó como una búsqueda por una sonrisa perfecta terminó en una pesadilla para Leanne Abeyance, una británica de 40 años que viajó a Turquía para realizarse un procedimiento estético en sus dientes y terminó con una grave infección que le deformó el rostro.
Según contó al periódico The Sun, Abeyance, madre de dos hijos, decidió reemplazar las carillas dentales que tenía desde hacía 13 años. Un ciudadano turco la asesoró para someterse no solo a un tratamiento dental, sino también a un levantamiento de senos e injertos óseos.
Durante la cirugía, los médicos le extrajeron todos los dientes y le insertaron implantes, con la promesa de colocarle las coronas definitivas meses después. Sin embargo, al regresar a Reino Unido, comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza, infecciones sinusales y notó que su rostro empezaba a cambiar de forma.
“Tengo el peor dolor de mi vida. Ni siquiera puedo tocarme la cara. Siento como si tuviera cristales rotos bajo la piel”, relató entre lágrimas la mujer.
Los exámenes médicos revelaron que había contraído una bacteria agresiva, posiblemente durante la intervención, lo que ocasionó la destrucción de parte del tejido facial.
“Mi cara se ha derrumbado. Nunca tendré una bonita sonrisa. Ahora mismo no tengo dientes, solo tornillos que sobresalen. El dolor es peor que el de un parto”, agregó Abeyance.
La británica decidió viajar a Turquía debido a los altos costos del tratamiento en su país, donde le habría costado unos 40.000 euros (aproximadamente 180 millones de pesos colombianos). En cambio, en la clínica turca le ofrecieron hacerlo por 8.000 euros (unos 36 millones de pesos).
Pagó 3.000 euros por adelantado, pero asegura que la experiencia fue traumática desde el inicio: a pesar de la anestesia, sintió todo el procedimiento. Hoy enfrenta graves secuelas físicas y emocionales, además de la imposibilidad de volver a sonreír con normalidad.
