«Mil tanques marchan hacia la frontera polaca. Hay diez divisiones listas para efectuar un rápido ataque» dijo por el teléfono Clare Hollingsworth. Sus colegas, al otro lado de la línea, no le creían, por lo que debió sacar el auricular por la ventana de donde se encontraba, con el fin de que ellos mismos creyeran su información. Le estaba confirmando al mundo el inicio de la segunda guerra mundial con la invasión a Polonia del ejército Nazi.
Solo tenía 27 años, y así comenzaba una gloriosa carreta periodistica que la llevó a cubrir muchos conflictos armados en el país. En las últimas horas cuando murió a los 105 años, uno de los detalles que sale al ruedo, es que siempre pese a su edad, mantenía al día su pasaporte y a la espera de que algún medio la llamara para ir a cubrir alguna guerra en alguna parte del mundo.
Hollingsworth quien no tuvo hijos porque quiso dedicarse ciento por ciento a su carrera, escribió cinco libros donde narra los horrores de la guerra, eventos que sin embargo se apasionaba en cubrir como reportera de guerra.
Su muerte se produjo en las ultimas horas en Hong Kong, donde vivió durante muchos años dedicada al periodismo.