Aún las propuestas no afloran, lo importante por ahora para los diferentes candidatos a Alcaldía, Gobernación, Asamblea y Concejo es quien soy, a que familia pertenezco, y quien me está apoyando. Y a la mayoría de los ciudadanos, eso de propuestas por ahora parece ser lo de menos. Pero llegará el momento en el que los diferentes aspirantes comiencen a hablar de propuestas, y de hecho, el momento en el que los potenciales electores comiencen a exigírselas.
Entonces hablarán de más educación con cobertura y calidad, más seguridad, más trabajo, mejor salud, más deporte etc, etc y etc, y un largo etc.
Y de seguro esas propuestas por lo menos tendrá tranquila a la gente o tal vez no tanto, cuando se encuentren en las esquinas a y se “prendan” en largas discusiones en donde cada quien defiende a su candidato y de paso, terminan arreglando el mundo. ¡Tú debieras ser el candidato¡ se le escuchará decir a alguien que participe de esas tertulias. El mensaje se meterá en el sub consiente de ese entonces ciudadano común y silvestre, y dentro de poco lo veremos, buscando mercado para los pobres, llevando regalos a los niños de barrios vulnerables en la próxima navidad, o haciéndole la vuelta a alguien ante las empresas de servicios públicos. Todo esto porque ¡hay que comenzar a mostrarse¡.
Mientras tanto los candidatos actuales estarán en las emisoras intentando hablar de las propuestas, pero a los periodistas eso poco nos importará. Lo importante es la denuncia que hace fulanito contra sultanito, las calumnias y las injurias, los procesos desempolvados en las contralorías, procuradurías y toda “IA” que se atraviesen. Eso al fin de cuentas es lo que vende.
¿Y las propuestas?. Muy bien gracias. ¿Para qué hablar de ellas?. Al fin de cuentas siempre está presente el QUÉ voy a hacer, pero no el CÓMO lo voy a hacer.
¿Cómo darle trabajo a la gente?. ¿Cómo dar más y mejor educación?. ¿Cómo dar mejor seguridad?.
En fin, el papel aguanta todo, incluso aguantaría la explicación de cómo hacer las cosas, antes de qué cosas voy a hacer.
¡Pero eso para qué¡. Al fin de cuentas es fácil proponer el qué y el cómo cuando no se está en el gobierno, pero cuando se está debajo del techo es que se sabe dónde cae la gotera.
Por Limedes Molina Urrego
@LimedesMolinaU
