Luego de que un menor de edad ingresara a uno de los quirófanos de la Clínica Laura Daniela de la ciudad de Valledupar, en extrañas circunstancias resultó con quemaduras de segundo grado en su rostro; el procedimiento a realizarle a este menor de un año de edad, era la extracción de un tumor benigno que éste presenta a la altura de una de sus cejas.
Después de estar aproximadamente 40 minutos al interior del quirófano, el médico tratante dio aviso a los familiares del menor que había tenido un accidente y que lo disculparan, que el niño estaba bien.
“El médico me dice que el niño había sufrido quemaduras leves y que estaba bien, que lo disculpara. Minutos después me dejan ingresar a ver al niño y lo encuentro con toda la cara quemada, supuestamente me cuenta el médico se le incendió el cauterizador y por eso le quemó la cara”, manifestó Víctor Romero Martínez, padre del menor afectado.
El menor que resultó con quemaduras de segundo grado, se encuentra bajo pronóstico reservado en dicha clínica, sin embargo sus padres adelantan las respectivas denuncias en contra de esta entidad por el confuso hecho.
La gerente de la clínica Paulina Martínez explicó que, “no es una mala práctica, sencillamente fue un incidente que es inevitable porque la región es la frontal y tiene contacto con las cejas y el cabello que normalmente son generador de energía. Es algo fortuito, desafortunadamente se presentó esto”, dijo la funcionaria.
La gerente explicó que esto sucedió en un momento al que le llaman la triada de fuego en cirugía y los procedimientos son susceptibles de este tipo de “incidentes”, sin embargo a ningún padre de familia lo satisfacen estas respuestas.
“El niño está estable, tranquilo en recuperación satisfactoria inmediatamente lo valoró la cirujana plástica, el dermatólogo, se le compraron todas las cremas que se requirieron”, agregó la gerente Martínez.