La joven Laura Marcela De Luquez Peinado recibió un balazo en la espalada propinado por su esposo Carlos Alfonso Mejía Ortega en medio de discusión ocurrida la noche de este sábado en la calle 54 número 31 – 107 del barrio Don Carmelo, en donde vivía la pareja luego de dos años de casados.
Mejía Ortega al parecer golpeaba a su esposa pero la joven de 25 años no lo comentaba a su familia; esa noche, luego de algunas agresiones, la joven administradora de empresas de la Universidad Popular del Cesar, se metió al baño para dejar grabado en su celular un testimonio de los golpes que le había propinado su marido, un ornamentador de la ciudad; instantes después le disparó en la espalda frente al hijo de la pareja, un niño de seis meses de edad.
Acto seguido, intentó auxiliarla, llamó una ambulancia y la llevó hasta la Clínica Laura Daniela en donde confirmaron su fallecimiento. El feminicida huyó y hasta este momento no se conoce su paradero.
“Antes de medianoche ingresó a la clínica con un disparo que le afectó un pulmón lamentablemente llega sin signos vitales. El agresor está plenamente identificado y están realizando labores para su captura”, dijo el coronel Diego Hernán Rosero Giraldo, comandante del Departamento de Policía del Cesar.
El Cuerpo Técnico de Investigación, CTI de la Fiscalía General de la Nación realizó las labores de inspección de cadáver en el centro asistencial, posteriormente regresaron a la vivienda en donde encontraron el arma con la que se habría cometido el crimen, así como el celular donde Laura Marcela grabó su mensaje final.
No merecía morir así
María Eugenia Peinado, tía de Laura Marcela se encargó de su crianza desde que ella era un bebé, puesto que la madre decidió marcharse por motivos personales. En las instalaciones de Medicina Legal, la madre adoptiva lloró y clamó justicia.
“Ella era una muchacha muy estudiosa, ya había terminado la carrera a los 22 años, había hecho una especialización y estaba estudiando, quería ser profesora, muy juiciosa, muy bonita, nunca nos imaginábamos que él le pegaba, sin embargo en lo último supimos que él le pegaba”, María Eugenia Peinado, quien ahora tiene en su custodia el bebé de seis meses de edad.
Segundo feminicidio en Valledupar
El pasado 17 de enero a las 7:30 de la noche, dos hombres encapuchados llegaron hasta una finca en la vereda Montecristo, zona rural de Mariangola, Valledupar, y asesinaron a Luz Esther Domínguez Ortega, de 40 años con tres impactos de bala, y le propinaron un tiro a su esposo Luis Antonio Rojas, de 63 años.
Esto está tipificado por las organizaciones mundiales en defensa de la equidad de género y vida y dignidad de la mujer, como Feminicidio no Íntimo, un homicidio cometido por hombre que no tiene vínculo o relación sentimental con su víctima.
Marcha por la vida
Desde la Oficina de Gestión Social, Ethel Atehortua coordinadora del programa de Equidad de Género, manifestó su rechazo por este hecho, por las razones contempladas en su movimiento cívico y debido a que la víctima en este caso es sobrina de una funcionaria de la Alcaldía de Valledupar.
“Cuando hay una mujer víctima de la violencia, creo que es una más y definitivamente Valledupar tiene que reaccionar. La Ley 1761 de julio de 2015, ley promulgada por el Presidente Santos exige que todo este tipo de hechos tienen que tener sanción y esta debe ser ejemplarizante”, dijo la funcionaria.
La ley ‘Rosa Elvira Cely’ indica que las penas podrían llegar a los 50 años de cárcel por homicidios en contra de la mujer por razones de género. La muerte de Laura Marcela De Luquez Peinado a manos de su esposo, podría ser juzgada con este precepto jurídico.
Organizaciones en pro de los derechos de la mujer harán marchas y manifestaciones mañana lunes por las calles del centro de Valledupar, a partir de las 8:00 am.