Suecia, septiembre 2 de 2025. Un submarino autónomo de investigación, operado por científicos de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), desapareció en enero de 2024 durante una expedición en la Antártida, luego de detectar formaciones inusuales bajo el glaciar Dotson, también conocido como el “glaciar del juicio final”.
La nave, bautizada Ran, tenía seis metros de largo y funcionaba sin tripulación. Había sido desplegada en 2020 para explorar las condiciones subglaciales de la Antártida Occidental. En su última misión logró una travesía récord de más de 1.000 kilómetros en 27 días, incluyendo una incursión de 17 kilómetros dentro de una cavidad bajo la plataforma de hielo.
Hallazgos inéditos en un glaciar clave para el nivel del mar
Antes de perder comunicación, el sumergible recopiló datos de alta resolución sobre la base del glaciar. Según explicó Anna Wåhlin, profesora de física oceanográfica y líder del proyecto, los registros obtenidos ofrecen una visión única de un entorno nunca antes explorado.
“Es un poco como ver la cara oculta de la Luna”, destacó Wåhlin.
Los resultados revelan un proceso acelerado de derretimiento en la región, especialmente en el sector occidental, donde las corrientes marinas profundas erosionan con mayor intensidad el hielo. Además, se identificaron fracturas verticales que aumentan la pérdida de masa.
Uno de los hallazgos más sorprendentes fue la existencia de un paisaje oculto bajo el glaciar, compuesto por picos, valles y estructuras similares a dunas, posiblemente moldeadas por el flujo de agua y la influencia de la rotación terrestre.
La desaparición de Ran deja abierta una incógnita sobre qué ocurrió en las últimas horas de la misión. Aunque el sumergible ya había completado buena parte de sus objetivos científicos, los investigadores aún no logran explicar por qué se perdió la señal justo después de identificar estas formaciones inusuales.