Llegaron ‘Los bre con sus afugias y preguntan los vallenatos, ¿En qué pensaba el ex alcalde de Valledupar Fredys Miguel Socarras a pocos días de salir de su mandato, cuando llenó las vías de bolardos y congestiones? ¿por qué afeó la capital? y como si se tratara de un episodio marquesiano, ¿por ésta hazaña cómo pudo cobrar mil 253 millones de pesos?
Desesperados se encuentran los vallenatos y turistas que llegan a ésta capital con las ciclorutas que cierran calles muy transitadas y que se han convertido en un monumento más a la ‘improvisación’.
Para llenar las calles de bolardos, no se molestó Fredys Socarras en hacer una socialización de la obra. Su único medio aliado, para dejarle este mal recibido regalo decembrino a los vallenatos, fue el diario El Pilón, donde publicó el 4 de agosto que Valledupar contaría con dos nuevas ciclo rutas donde se aseguraba que el 6 de agosto se realizaba la socialización, sin embargo no ‘se trilló’ más la noticia y hoy se asegura que el pueblo no leyó ni fue avisado.
Sin embargo el ex alcalde se ampara con ese anuncio y dice que por el Pilón, trilló su obra.
No fue un vallenato quien hizo la obra, sino que estuvo a cargo de una empresa con sede en Zipaquirá. El contrato se firmó con el Consorcio Dimensión Vial (Freestone Construcciones S.A.A en 70%) y Fernando Pedroza Velásquez. El representante legal de la misma es Germán Augusto Barón Bustos con cédula de Zipaquirá.
¿Sería la prisa o que los operadores eran foraneos y por eso cierran zonas con entradas a parqueaderos, hoteles y la señalización se ve ‘improvisada’?
¿Quién da una nueva ruta?
Hoy cuando el alcalde de Valledupar, Augusto Ramirez, Tuto Uhía, no se opone al proyecto de ciclorutas, sino a la manera en que fue desarrollado, es victima de ‘Los Fredidianos’, aquellos que hicieron parte de las filas de aquel hombre… que será recordado por sus bolardos.
Decisiones asertivas, concertadas y planificadas, en el tema de movilidad, sugeridas por la Universidad Nacional para implementar ciclorutas, son las buscadas por el nuevo alcalde de Valledupar, Tuto Uhía. Sin embargo ahora socializan en el Pilón, defensa a los bolardos, pero no los de la 17 y la novena, sino con los que pretenden impedir sus nuevas rutas.
El anuncio de la modificación de las ciclorutas, implementadas en dos arterias viales de la ciudad, la Carrera Novena y la Calle 17, a propósito de la reunión con representantes de la Universidad de New York encargados de hacer los estudios del Plan de Expansión Urbana, ha traído molestias aquellos que hicieron parte, no de socializar, sino de imponer estas ciclorutas, con las que no están a gusto la gran mayoría de los vallenatos.
Seguir realizándolas ha anunciado Tuto Uhía, pero demarcándolas con señalización, sin bolardos y sin conos, que sea una apropiación voluntaria, por convicción, sin generar traumas en los diferentes modos viales.
Los estudios de los expertos indican, que por donde haya el mayor número de ciudadanos que se transporten en cicla, debe estar el proyecto de la Cicloruta, que en este caso han sido identificados en La Nevada, Los Fundadores y San Martin, entre otros sectores.
La estética en la construcción, pudo cuidarse ha asegurado el nuevo estudio, ya que cuándo se señaliza, se da una prelación, un trato preferencial para los ciclistas pintando un metro o metro y medio de la calzada para que sienta un blindaje y la tranquilidad de que los carros no van a poner en riesgo su vida.
Los bolardos han afeado el entorno y generado trauma a la parte comercial, que todavía espera que los operadores judiciales que se impetraron por parte de los ciudadanos arroje resultados y la alcaldía pueda hacer frente a estas acciones que se desarrollaron en el gobierno anterior.
Por Lolita Celedon