Quedó comprobado, la aerolínea Viva Air, antes de dejar de volar, se embalsilló 272 mil millones de pesos. El dinero llegó proveniente de la compra de tiquetes por parte de esos que se quedaron con las maletas hechas, no pudieron abordar, y les tocó arreglárselas como pudieron.
En esos días, los colombianos nos llenamos de impotencia una vez más, al ver a tantos viajeros varados en los aeropuertos del país. Y más impotencia nos producía, ver a un gobierno callado, porque tal vez eso de volar es un privilegio de ricos, hoy de vicepresidenta. Así que nos imaginamos que ante el drama de los viajeros, el gobierno decía ¡ De malas!. Pero no, hoy nos sorprende el Ministro de Transportes Guillermo Reyes, que anuncia una demanda por estafa agravada en modalidad masiva, maniobra engañosa y fraudulenta, a la aerolínea.
¡En hora buena!. Un hit del gobierno nacional. Anótesela al Min Transportes. No es posible que un hecho como el de Viva Air, quedara así, y que los viajeros vieran una vez más, llenos de desdén, como su platica viajaba por las nubes, mientras ellos seguían varados en la tierra.
Pero y por qué no aprovecha el gobierno nacional y mete en cintura al resto de las aerolíneas, comenzando por Avianca. Es hora de ponerles freno a esto de la libertad tarifaria, están haciendo los de las aerolíneas con los viajeros lo que les da la gana, y ahora sí eso de viajar en avión de volvió un lujo para los ricos, y para los vice.
¡Qué tal los de Viva Air! Son unos aviones.
