Buscando el elixir la inmortalidad, alquimistas chinos descubrieron o inventaron todo lo contrario: la pólvora, que hace volar todo, pero que no nos hace eternos, por lo menos no en este lado del sol. Y como las cosas no son malas dependiendo de en qué manos estén, el uso de la pólvora es diverso. Sirve para demoler construcciones que representan algún peligro o van a ser renovadas, para abrir minas y extraer de allí su riqueza, para la pesca – cosa que por estos lares está prohibido – y extraer las riquezas de las aguas, o simplemente para destruir a otros pueblos en la guerra.

Pero también desde que tengo uso de razón, la pólvora se usa para alegrar la época de fin de año. No se de que cabeza salió esa idea, pero hacer estallar un tote, o muchos totes, se convirtió en la forma como supuestamente una sociedad celebra el nacimiento de Jesús en un pesebre hace 2024 años. A lo mejor nos imaginamos que al nacer el Salvador del mundo, los ángeles se alegraron tanto que lanzaron pólvora en el cielo. La verdad, lo dudo, porque aunque si hubo celebración celestial, Dios es un dios de orden, y el Padre no permitiría esa guachafita.

Lo cierto es que es más el dolor y la tragedia causada con el uso de la pólvora, que la alegría que esta puede traer a quienes celebramos la navidad. Solo en la pasada navidad, tuvimos en el país, 1.357 lesionados por pólvora, con un incremento del 16 por ciento con respecto al 2022. Esto dejó dos victimas mortales.

Significa entonces que pese a las campañas de prevención que adelantan los organismos de salud en el país, a pesar de los operativos de las autoridades y de los llamados que hacemos los medios, en vez de disminuir el uso de la pólvora, esto va en aumento.

Apenas está comenzando noviembre, y ya hubo el estallido de un deposito de pólvora en plena zona residencial del sur de Valledupar. Pudo ser peor la tragedia, pero Dios es bueno y nos cuida. Es hora, es el momento entonces señores de la policía, secretarias de salud, de salir a desmantelar otros sitios como estos, que de seguro están por ahí camuflados como este que usaba como fachada un restaurante que no funcionaba. A hacer ese trabajo antes, de que ocurra una tragedia.

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