Valledupar, febrero 21 de 2025. El arquitecto Daniel Daza se sumó a los cuestionamientos que se vienen haciendo al nuevo tramo vial de la vía La Paz – Valledupar . Según Daza, las separaciones entre las calzadas, que deben cumplir con normas específicas, son insuficientes, lo que incrementa el riesgo de accidentes graves.
Daza explicó en entrevista con este medio de comunicación, que : «La separación entre las calzadas es para permitir el frenado de un vehículo en caso de un accidente. Si un carro tiene una falla mecánica, puede caer sobre el que viene en sentido contrario. Esa es una de las mayores preocupaciones que tenemos con esta obra.» Además, destacó que la diferencia de altura entre la nueva y la vieja calzada genera aún más riesgos. «Estamos hablando de casi un metro de altura. Cualquier falla mecánica en la nueva vía y el vehículo caerá directamente sobre la vía contraria», alertó.
Uno de los problemas más graves que señala el arquitecto tiene que ver con la falta de medidas para evitar inundaciones. «La nueva vía no tiene puentes como la antigua, que permiten el paso del agua. En el último invierno, el nivel del río César estuvo a solo 40 cm de alcanzar la carretera, y eso que fue un año con lluvias moderadas. Si el pronóstico del fenómeno de la niña se cumple, la vía podría ser destruida en la primera luna llena de octubre», añadió Daza.
El arquitecto Daniel Daza también señaló que los errores de diseño en la vía La Paz – Valledupar son la principal causa de las fallas que actualmente afectan el proyecto. Según Daza, la responsabilidad recae en los diseñadores, quienes no consideraron adecuadamente las condiciones climáticas de la región, lo que ha generado una serie de problemas técnicos en la obra.
«Los diseñadores que hicieron este proyecto no se asesoraron sobre las lluvias intensas que ocurren en la región. Aunque somos una zona tropical seca, tenemos períodos de lluvias fuertes donde los ríos no pueden absorber todo el agua en poco tiempo, y eso provoca inundaciones y daños a las infraestructuras», explicó Daza.
El arquitecto también mencionó que, aunque el constructor sigue el diseño entregado, es posible realizar modificaciones antes de que la obra sea completada. «El constructor está obligado a cumplir con lo que se le entrega, pero si detecta un error en el diseño, puede y debe hacer observaciones. Actualmente, aún se puede corregir el diseño, lo que sería menos costoso que tener que repararlo después de una catástrofe», dijo Daza. Ante esta situación, Daza hizo un llamado urgente a las autoridades y a los encargados de la obra para que tomen las medidas necesarias para corregir los errores antes de que la naturaleza obligue a realizar cambios costosos y peligrosos.