Se volvió costumbre en el Cesar, la muerte violenta de menores. Hoy despertamos con un nuevo crimen, en donde la víctima es una niña de solo diez años. La menor que se dedicaba a pedir dinero en Aguachica, fue encontrada sin vida después de haber sido reportada como desaparecida. Este hecho se suma a varios ocurridos en el departamento, solo para mencionar el recientemente registrado al interior de la etnia yukpa en la serranía del Perijá, donde cinco niños de esa comunidad, fueron envenenados.
Este hecho, provocó la movilización de la institucionalidad inmediatamente, desde fiscal general para abajo. ¿Ocurrirá lo mismo con una niña de la calle en Aguachica?. ¿ Los medios nacionales le pondrán la lupa a este caso? ¿O nos tocará llorarla aquí nosotros? ¿Conoceremos por fin la voz de la directora encargada del ICBF en el Cesar pronunciándose al respecto?.
Por lo menos una recompensa de 50millones ofrecidos por las autoridades, esperamos sea la que impulse aclarar esta barbarie, y poner tras las rejas al o los responsables de este crimen. No es justo que tratemos así a nuestra niñez, así no hay futuro. Dios nos perdone.