Valledupar, octubre 28 de 2024. Un abogado que lidera una fundación que apoya a víctimas del conflicto, denunció haber sido objeto de un atentado cuando llegaba al edificio donde reside. Se trata de José Castro Orcasita, quien además denunció haber sido objeto de amenazas a través de un panfleto.
El atentado, según indicó el jurista, ocurrió el pasado sábado alrededor de las 11:15 de la noche, cuando Castro Orcasita ingresaba al parqueadero subterráneo de su edificio
en el barrio Las Marías. Castro Orcasita explicó que la entrada carece de cámaras de seguridad, lo que complica la vigilancia del lugar. «En el edificio no hay cámaras. He peleado para que las pongan pero no las han puesto», indicó.
Al llegar, el portero, que no tiene visibilidad hacia el parqueadero, le abrió la puerta. «Cuando me bajé del carro y fui a botar una botella, un hombre apareció detrás de mí y me gritó. En ese momento, lo único que se me pasó por la cabeza fue que me venían a robar», recordó. Consciente del peligro, corrió hacia las escaleras, sintiendo cómo el atacante comenzó a disparar. «Si no hubiera reaccionado, esos disparos hubieran sido contra mí», manifestó.
Castro Orcasita describió al agresor como «una persona morena, robusta», pero la rapidez de los acontecimientos hizo que no pudiera captar más detalles. La inseguridad de la zona se acentúa por la falta de iluminación en el área de acceso, que está sin pavimentar. «Es una calle oscurísima. Cuando alguien que no conoces aparece a las once de la noche, lo primero que sientes es miedo», añadió.
Luego del ataque, subió a su apartamento y llamó a la policía y a la portería. «Cuando le pregunté al portero si había visto algo, me dijo que no. Entonces le dije que llamara a la policía. Ellos llegaron como a los cinco minutos», señaló. Aunque la intervención policial fue rápida, no encontraron ningún casquillo ni evidencia clara del ataque. Castro Orcasita guardó una bala que fue hallada en el lugar, pero el CTI no pudo hacer el levantamiento de evidencias debido a, según ellos, estar saturados de muchas solicitudes.
El abogado también reveló que días antes había recibido un panfleto amenazante el 2 de octubre, donde se mencionaba que había una orden de «dar de baja» a representantes de víctimas y líderes sociales, dándole 72 horas para abandonar Valledupar. «Puse la respectiva denuncia, pero no ha pasado nada. La semana siguiente, recibí un mensaje citándome a un corregimiento. Por supuesto, no fui», comentó.
Sobre la respuesta de las autoridades, expresó su frustración: «Absolutamente nada. A pesar de que hice la denuncia, no he recibido apoyo de la fiscalía ni de la policía». Al ser preguntado si se siente seguro continuando con su labor, Castro Orcasita no dudó en responder: «No, por supuesto que no. Y si las víctimas con las que trabajo escuchan esto, tampoco se sentirán seguras. ¿Cómo puedo seguir si me están disparando?».
El abogado enfatizó que, aunque no tiene conflictos personales, su trabajo como defensor de víctimas lo ha expuesto a situaciones peligrosas. «Este es un trabajo que uno hace con pasión, pero ante situaciones como esta, es difícil mantenerse firme. No tengo armas, y aquí es complicado portar una».
Además, mencionó que ha hecho esfuerzos para asegurar su seguridad, enviando copias de sus denuncias a la Defensoría del Pueblo, la Secretaría de Gobierno y la Unidad Nacional de Protección, aunque hasta el momento no ha recibido respuesta efectiva. «La patrulla de la policía pasa cada dos días, pero no es suficiente. Solo llegan, firman y se van. Necesito una solución real», afirmó.
Castro Orcasita concluyó su relato con un llamado a las autoridades para que actúen con urgencia: «Tenemos derechos constitucionales y esperamos que se respeten. No puedo dejar de trabajar, pero necesito que las autoridades me brinden las garantías necesarias».
