Curumaní, 9 de diciembre de 2024. Este fin de semana, el municipio de Curumaní, en el departamento del Cesar, vivió una jornada de unidad y solidaridad sin precedentes, cuando más de 3.000 personas marcharon pacíficamente por las calles del municipio para exigir la liberación de Víctor Julio Velázquez, un reconocido ganadero de la región, quien fue secuestrado el pasado 2 de diciembre en la zona rural de Curumaní. La manifestación, que recorrió tres kilómetros de calles, contó con la participación de habitantes de Curumaní y de municipios cercanos como Chiriguaná, Aguachica, Pelaya y otros, quienes se unieron para repudiar este acto de violencia.
La caminata fue organizada por los familiares de Velázquez, quienes han estado al frente de las acciones para buscar su liberación, y contó con el apoyo de la sociedad civil. «Este acto es una muestra de la indignación que sentimos como comunidad por este secuestro que ha afectado a nuestra familia. Queremos que se respete la vida de mi padre y que regrese a su hogar, especialmente en estas fiestas decembrinas», expresó Wilfrido Velázquez, hijo de la víctima, quien también estuvo presente en la marcha.
Durante la manifestación, los participantes portaron pancartas y banderas, y cantaron consignas de paz y de rechazo al secuestro, mientras recorrían las principales calles del municipio. A pesar de las altas temperaturas y el intenso sol, los manifestantes no cedieron y continuaron su trayecto, mostrando su determinación y solidaridad con la familia Velázquez. El acto fue también una forma de llamar la atención de los captores, exigiendo el respeto por la vida y la salud del ganadero secuestrado.
Wilfrido Velázquez, manifestó la angustia que vive su familia, especialmente por el estado de salud de su padre, quien es una persona de la tercera edad y requiere atención médica constante. «Mi padre está en tratamiento para problemas de próstata y necesita tomar medicamentos, algo que tememos no esté recibiendo mientras está en poder de sus secuestradores. No queremos que le hagan daño, solo pedimos su liberación y que se respete su derecho a la salud», indicó.
El secuestro de Víctor Julio Velázquez ha dejado consternada a la comunidad de Curumaní, un municipio tradicionalmente tranquilo y próspero, donde la familia Velázquez goza de gran respeto debido a su trabajo comunitario y su actitud solidaria. Wilfrido recordó que su padre siempre ha sido un hombre de gran corazón, comprometido con el bienestar de la comunidad, y que nunca había recibido amenazas previas. Por ello, el secuestro ha sido un golpe sorpresivo para ellos y ha generado un rechazo unánime en la región.
A pesar de la falta de comunicación directa con los secuestradores, la familia Velázquez mantiene la esperanza de que las autoridades logren su liberación. En este sentido, Wilfrido agradeció el respaldo recibido tanto por las autoridades locales como por las nacionales. “El gobierno municipal, la Gobernación del Cesar y el gobierno nacional han estado trabajando de la mano con nosotros desde el primer día. El alcalde de Curumaní, las fuerzas del Gaula y otras entidades de seguridad están comprometidas en la búsqueda de mi padre”, expresó.
De hecho, el alcalde de Curumaní, Ernesto Martínez, confirmó que se han desplegado 46 uniformados de diferentes unidades del Gaula, Policía y Ejército para llevar a cabo las operaciones de rescate. Las autoridades también han mantenido un consejo de seguridad con el fin de coordinar esfuerzos para dar con el paradero de Velázquez y asegurar su liberación lo más pronto posible. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, hasta el momento no se ha obtenido una información concluyente sobre su paradero.
La marcha y el apoyo de la comunidad reflejan la preocupación y el rechazo a la violencia en la región. Los habitantes de Curumaní consideran este acto como un ataque no solo a la familia Velázquez, sino a la paz y tranquilidad que caracterizan al municipio. «Mi padre ha sido una persona que siempre ha estado al servicio de la comunidad. La gente lo quiere y lo respeta por su humildad y su disposición para ayudar. Por eso, este acto ha sido tan doloroso para todos», añadió Wilfrido, visiblemente emocionado.
En este contexto, Wilfrido también lanzó un mensaje directo a los captores: “Nosotros no les guardamos rencor, solo pedimos que respeten la vida de mi padre, su salud y su bienestar. Lo perdonamos de antemano y estamos esperando que se comuniquen con nosotros. Lo único que queremos es que regrese a casa para pasar estas fiestas con su familia”.
El caso de Víctor Julio Velázquez continúa siendo una preocupación para las autoridades locales, regionales y nacionales, que siguen trabajando en la liberación del ganadero secuestrado. La comunidad, por su parte, espera que este lamentable hecho se resuelva de la mejor manera posible y que el secuestro no se repita en la región. Mientras tanto, la familia Velázquez sigue esperando noticias y mantiene la esperanza de que pronto puedan abrazar nuevamente a su ser querido.