Todos estábamos seguros que era la maría la que tenia así de flaco al representante Daniel Carvalho. “ “Hace 25 años fumo marihuana y eso no me ha impedido graduarme como ingeniero civil con las mejores notas, tener dos maestrías, ser un buen hijo, amigo y profesional, y ser tres veces elegido por votación popular a diferentes cargos”, dijo Carvalho
Pues bien, a Carvalho no lo tiene así la hierba, al parecer la culpa de que luzca como luce, es que el trasnocho, y no precisamente por sus parrandas, sino por las parrandas que hacen otros y no lo dejan dormir. Pobrecito.
El congresista paisa dio en el clavo, y hoy tengo que aplaudirlo. En congresos como el colombiano donde se discuten tantas tonterías, Carvalho se puso en los zapatos de quienes estamos aburridos, mamados de soportar ruidos que no nos dejan dormir.
Les doy ejemplos: La típica parranda con equipos de sonido a todo timbal. A veces hay casas, donde no hay para comer, pero eso sí, que el equipo de sonido no falte.
Las motos cuyos propietarios les hacen no sé qué cosas en los exostos para hacerlas sonar muy duro.
El golpeteo en la pared por parte de vecinos que al parecer nunca terminan de remodelar sus viviendas, o los eternos ladridos de perros que lo que están haciendo es llorar por el maltrato o abandono de sus amos.
Y si bien es cierto siempre nuestras ciudades viven contaminadas auditivamente hablando, es en fin de año precisamente cuando los decibeles se disparan. O si no que lo digan precisamente nuestras mascotas, que tienen que soportar el sonido de los juegos pirotécnicos y las parrandas interminables. Esta época para ellos, es una verdadera pesadilla.
Así que bienvenido el proyecto de ley presentado en el Congreso por parte de Daniel Carvalho denominado Ley Contra el Ruido, y aprobado este martes en último debate. Sim embargo corre el riesgo de quedarse como la mayoría de nuestras leyes: en el papel, porque no veo sinceramente a las autoridades haciendo respetar esta norma. Si no pudieron con el Código de Policía, imagínese una ley como esta.
Pero bueno, confiemos en que esta ley no se quede en solo ruido.
