Una polvareda se armó en Valledupar, luego de hacerse viral imágenes en donde se evidenciaba la placa instalada por la administración municipal en el mural de Jorge Oñate, uno de los que acaba de inaugurar la oficina de cultura en compañía del Área Metropolitana.
El hecho resucitó el debate en torno a de sí toda obra que adelante determinada administración, debería tener o no una placa conmemorativa.
Precisamente en el Concejo de Valledupar, recientemente fue aprobado un proyecto de acuerdo que hará comenzará a regir en el 2023, donde se prohibió que los gobiernos intenten perpetuar su imagen con iniciativas como estas. Lamentablemente el proyecto no contempló la prohibición de placas conmemorativas, pero estudia la posibilidad.
“No podemos estar cada 4 años que llegue un alcalde poniendo en un mural el eslogan de la administración”, dijo el concejal Luis Fernando Quintero, promotor del proyecto aprobado en los últimos días, quien afirma que estas acciones además de quitarle lo atractivo a los murales representan gastos al municipio.
Conforme a lo dicho por el concejal, las pinturas representativas que se realicen en la ciudad deberían llevar únicamente el nombre del artista, el escudo y bandera de Valledupar. “Es algo positivo que está haciendo la administración municipal pero no comparto ese punto”, afirmó.
Al preguntársele sobre porque no tuvo en cuenta el tema de las placas dentro de su iniciativa, dijo Quintero que a pesar de ser un asunto muy importante en ese momento no se le ocurrió incluir ese punto, sin embargo, trabajara por eliminar esta acción.
Después de todo el concejal puso el ejemplo de grandes ciudades que sus murales además de embellecer la ciudad y transmitir mensajes por medio de las obras, no tienen este tipo de características.
