Valledupar, marzo 31 de 2025. Este fin de semana, la comunidad de los sectores de la Esperanza y Nueva Esperanza en Valledupar se vio sorprendida por la fuga de nueve jóvenes del Centro de Formación Juvenil del Cesar, anteriormente conocido como Cromi. Los jóvenes, que se encuentran en el centro de rehabilitación y orientación para menores infractores, lograron evadirse el sábado por la noche, generando preocupación en la comunidad.
La directora del Centro de Formación Juvenil del César, María Ángel Barrios, explicó que la fuga ocurrió a eso de las 6:50 p.m del sábado. y que, hasta el momento, tres de los jóvenes ya han sido recapturados, y otros están siendo reintegrados al centro por sus propios medios o acompañados por sus familiares. «Gracias a la buena relación que tenemos con la comunidad, muchos de ellos han llegado con el acompañamiento de sus familiares», señaló Barrios, quien destacó el esfuerzo conjunto entre el centro y las familias para recuperar a los jóvenes evadidos.
Fuga en un momento de alta tensión
María Ángel Barrios explicó que la fuga se produjo en un momento crítico dentro del proceso de rehabilitación de los jóvenes. La mayoría de ellos se encontraba en una fase de acogida, lo que representa una etapa difícil llena de desafíos emocionales. «Están recién sancionados, en una etapa de aceptación, enfrentando la abstinencia y trastornos por el consumo de sustancias psicoactivas», explicó la directora.
Según la funcionaria, el incidente ocurrió después de una agresión a uno de los formadores educadores por parte de los jóvenes, quienes, aprovechando la cercanía de las casas al centro, escaparon por la cancha deportiva. A pesar de la fuga, no se registraron incidentes mayores ni daños a la comunidad, ya que los jóvenes no causaron alteraciones fuera del centro.
La directora también habló sobre las medidas de seguridad que se tomaron en el momento del suceso. «Tres formadores educadores estaban a cargo en ese momento. Ellos garantizaron la entrega de medicamentos y el derecho a la salud de los jóvenes, antes de que ocurriera el incidente», explicó. Sin embargo, el protocolo de seguridad presentó algunos fallos que permitieron la fuga, lo que obligará a reforzar las medidas de vigilancia en el futuro.
Sobre las acciones legales que se tomarán, María Ángel Barrios informó que la fuga de los jóvenes podría ser tratada como un delito más dentro de su proceso de sanción. «En este tipo de situaciones, el sistema de responsabilidad penal para adolescentes puede denunciar a los jóvenes como adultos si la acción tipifica un delito», indicó la directora, explicando que algunos de los jóvenes fugados tienen antecedentes por delitos graves como homicidio y hurto.
Refuerzo en seguridad
A raíz de la fuga, las autoridades del centro, junto con la Policía Nacional, están trabajando para reforzar las medidas de seguridad en el lugar. La directora del centro mencionó que ya se ha solicitado apoyo a las entidades competentes, incluyendo la Procuraduría, la Gobernación y la Alcaldía. «Hay que revisar cómo fortalecer las estructuras de seguridad, tanto dentro como fuera del centro, para evitar futuras fugas», dijo.
Finalmente, María Ángel Barrios destacó que, a pesar del incidente, no se ha registrado ningún daño en la comunidad, y el centro sigue funcionando con normalidad para el resto de los jóvenes. «Estamos tranquilos con el resto de los chicos, y esperamos pronto la recaptura o reintegración voluntaria de los jóvenes evadidos», concluyó.