¿Te sorprende?. No, la verdad no. Ya se veía venir. Desde aquel día que ante los banqueros del país, la periodista Vicky Dávila pronunció un discurso claramente político, sabíamos que sería candidata presidencial. Y la verdad verdad. Nos guste o no. Será una gran candidata al primer cargo del país.
Vicky Dávila es aguerrida, frentera, valiente. Se atreve a ponerle cara a gobiernos como el de Gustavo Petro sin importarle el costo que deba pagar. Y me alegra que haya presentado sus cartas claras ante los colombianos, que se haya sincerado y que hoy sepamos que el periodismo no será más su trinchera, sino la política.
Y como todo lo del pobre es robado. Ahora no falta quien critique a Vicky Dávila por abandonar el periodismo para aspirar al primer cargo de la nación. Como si ella no fuera colombiana y no tuviera derecho.
La aspiración de Dávila, no invalida el trabajo que como periodista hizo durante 30 años. Por el contrario, a Vicky como a muchos colombianos, la mueve esa indignación que produce el hecho de ver a un país tan mal liderado en la actualidad. Ella como todo colombiano tiene el derecho de querer ser presidente. O presidenta . ¿ No hay presidentos?
Acabo de escucharle a un colega al que aprecio mucho, que en el periodismo no funciona la puerta giratoria. Que una vez se cambia este oficio por la política, nunca más se puede devolver.
Con todo respeto difiero del colega. El periodista no puede ser el único colombiano que deba perder su vocación por querer servirle al país desde otras instancias como la política. Y el que es periodista lo es hasta la muerte porque esa es su esencia.
Una cosa con la que difiero de Vicky y en eso estoy de acuerdo con el colega, es que la renuncia a la revista SEMANA debió ser inmediata, y que el segundo paso debió ser anunciar la candidatura presidencial. De hecho hubiese sido un gran golpe de opinión. Porque de aquí en adelante las investigaciones de SEMANA estarán más que nunca cubiertas con un mando de duda. Y ese será el caballito de batalla que usará el gobierno actual para defenderse de los trapitos al sol que la revista y Vicky de seguro le tienen preparado para estos meses.
