Tan solo 45 minutos separan a Villanueva de Valledupar. Es quizás poco tiempo para trasladarse desde el departamento del Cesar hasta uno de los pueblos más representativos que tiene el sur de La Guajira.
Villanueva, fundado el 6 de enero de 1662 por Don Roque de Alba, hoy día es conocida por sus dinastías musicales.
Romero, Ovalle, Maestre, Zuleta, Gil, Torres, Cuadrado, Celedón y otras más son las dinastías que han dado pasos agigantados en el folclor vallenato, y sin contar a aquellos villanueveros que no hacen parte de una familia musical pero que sí se han destacado. Uno de ellos es Luis Ángel ‘’El Papa’’ Pastor, quien hoy día acompaña con su bajo al samario Carlos Vives.
Y es que parece que en Villanueva todos fueran músicos o artistas que incursionan en otro mundo distinto, cuando se habla de melodías todos corren en un mismo sentir, ya sean cantantes, acordeoneros o algo diferente a la música.
Al hablar de voz bonita ya mucha gente sabe de quién se trata. Claro, de aquella mujer que volvió a vivir en Valledupar cuando estaba internada en una clínica por problemas de la diabetes. Ella es Karen Orcasita, la joven que es testimonio en toda Colombia y que a raíz de la enfermedad que sufrió no deja de agradecerle a Dios y a sus amigos por acompañarla en medio de la dificultad; ella hace parte de la familia villanuevera, pero no de las tira piedras: ‘’Ya esa fama se acabó’’, expresan los moradores de esta región.
Dice mucha gente que quienes llegan a esta zona de La Guajira no se quieren ir, porque el carisma de cada villanuevero hace que los turistas se queden otros días más en esta bella población y compartan de sus tradiciones.
El lugar más concurrido es la plaza, este es el centro de atención. Allí a eso de las 5 de la tarde se reúnen desde niños hasta adultos y aprovechan la ocasión para hacerse una foto, claro en ese sitio específicamente queda la iglesia católica Santo Tomás, la que fielmente visitan los feligreses ya sean días de semana o domingos.
Otra de las razones por la cuales se identifican los habitantes de Villanueva es por la unión que hay entre las familias. No hace falta que se un 24 o 31 de diciembre para que todos los integrantes de una misma familia estén juntos. Y al estar todos reunidos lo que suena es puro vallenato, mientras el uno canta el otro toca algún instrumento y sino tocan las palmas, eso sí, hasta en eso tienen acople, parece que ensayaran de años atrás. Todo se debe al talento, como aquel que un día obtuvo Jorge Celedón, Israel Romero y otros artistas más, pues esto es de sangre; eso dicen los descubridores de esta vena musical.
En la casa de algunos de los artistas ya mencionados reposan imágenes de ellos, ya sea afuera o adentro, y como si fuera poco en las paredes de las viviendas en donde viven familiares de los intérpretes está una fotografía como homenaje. El caso más conocido es el de Jorge Celedón y Jean Carlos Centeno, los dos artistas más admirados en esta tierra a pesar de que muy poco estos la visitan.
Aunque Rafael Orozco no era guajiro en Villanueva también aprecian su imagen, y está plasmada en una pared de una casa ubicada en el barrio El Cafetal, uno de los sectores más populares de este municipio. ‘’Aquí traigo una guitarra y un acordeón porque esto más lo voy a festejar, ella piensa que me va a matar del dolor, se equivoca porque voy es a parrandear…’’. Esa es parte de la canción que interpretó Celedón a este barrio, el más visitado por los turistas, eso señalan los seguidores del vallenato criollo.
En fin, cada vez son los artistas que nacen, crecen y se reproducen en Villanueva. La gente que llega desde otras partes del país colombiano se queda perpleja de ver la cantidad de músicos que hay en esta zona, pareciera que a los viilanueveros los hubieran obligado a ser cantantes o a ejecutar algún instrumento, pero no es así. Casi todos quieren ser un Centeno, Celedón, Romero, Ovalle o simplemente aspira ser una figura. Y es eso lo que se ve en Villanueva, figura por las calles, por la plaza y por todos lados. Simplemente este es un pueblo de generación musical que crece a tal punto de llegar a aumentar su imaginación artística.
Por: Cristian Bohórquez
Periodista Tuperfil.Net
