Por lo menos ahora están mucho mejor que hace unas horas. Dos de los tres adultos, y los cuatro niños que llegaron hace varios días huyendole a la miseria que se vive en el vecino país de Venezuela, y quienes deambulaban por las calles del barrio Francisco de Paula, ahora se encuentran ubicados en mejores lugares.
Los niños están en un hogar de paso, donde reciben alimentación y comida. Los dos adultos, fueron reubicados en una pensión. Todos los gastos corren por cuenta de la Alcaldía de Valledupar, luego de que aceptaran, a regañadientes, la reubicación.
El operativo se cumplió el sábado en horas de la mañana. Agentes de la Policía de Menores acompañados de funcionarios del ICBF llegaron en busqueda de los niños, luego que un día antes los adultos se hubiesen negado a recibir la ayuda de los funcionarios de la Alcaldía.
El operativo no solo recibió oposición por parte de los menores, sino también de algunos de los vecinos del barrio, quienes acusaron a otros vecinos de denunciar a los migrantes ante las autoridades. En medio del forcejeo, los ciudadanos y los niños fueron conducidos. Los adultos ante las autoridades donde se les verificaron sus antecedentes y los niños llevados a un hogar de paso para proteger sus derechos.
Luego de que no se le descubrieran antedecendentes, los dos adultos fueron convencidos de quedarse en una pensión, no sin antes aceptar también recibir ropa nueva y ser sometidos a un cambio extremo, bañandose y motilándose. » Ahora están apenados por haberse opuesto al operativo, y nos han pedido excusas» dijo a Tuperfil.Net la Secretaria de Gobierno Municipal Sandra Cujia, quien lideró toda la operación.
El futuro de estas personas
A raíz de que este grupo de ciudadanos ahora se encuentra incompleto, ya que la mujer que integraba el grupo viajó de nuevo al parecer a Venezuela, los dos adultos dijeron que van a esperarla que regrese. Igualmente están a la espera del arribo de uno de sus hermanos, quien al parecer viene también de Venezuela a unirse a ellos, para luego continuar su camino a la ciudad de Barranquilla.
Por ahora los menores, permanecerán en el hogar de paso, hasta tanto se presente uno de los adultos con documentos en manos, a reclamar su custodia. Ninguno de los dos hombres que permanecen en la pensión, poseen documentos de identidad, ni mucho menos algo que los relacione legamente con los menores.
Un predio que se convirtió en dolor de cabeza
Cuando este grupo de personas comenzó a deambular por las calles del barrio Francisco de Paula, los vecinos les mostraron su solidaridad regalandoles cobijas y comidas. Un día después alguien les sugirió que se refugiaran en una casa lote ubicada sobre la carrera calle 18 Bis 1 con carrera 34 B esquina.
Es según los moradores del sector, una construcción que se había convertido en un lugar utilizado por viciosos, así que consideraron que con los nuevos visitantes, sería más seguro.
N o obstante las autoridades consideraron eso como una invasión, por lo que además de estar violando los derechos de los niños, los adultos estaban incurriendo en un delito, así que debían abandonar el sitio donde ya tenian algunas pertenencias que les habían regalado los vecinos, incluyendo colchones.
Ahora la Secretaria de Gobierno Municipal se encuentra en la busqueda de los dueños de ese predio, con el fin de garantizar que lo mantentan limpio y cuidado, mientras terminan la construcción.
Así termina por ahora la historia de unos colombianos que llegaron de Venezuela, hecho que demostró la solidaridad de un barrio, pero también la incomprensión de otros, que consideraron que dejar en manos de las autoridades este asunto, era una forma de perseguir a los necesitados.
