Nos duele la muerte del médico Alberto Tico Aroca, pero también el atentado contra Álvaro Morón o Celso Castro. Pero también nos duelen los asesinatos que ocurren en Lorenzo Morales, en Nando Marín, en La Nevada, en Los Guasimales, donde caen esas víctimas sin apellidos de alcurnia en cualquier calle de Valledupar. Y aunque el gobierno estratifica los crímenes dependiendo …

