El parque del barrio Pupo, es otro sitio destinado al esparcimiento de la familia, que se convirtió en refugio de consumidores de alucinógenos.
Los habitantes del sector, están cansados de observar como jóvenes adictos a la droga, se han tomado este lugar, desplazando a las personas que con sus hijos quieren disfrutar de este sitio, remodelado recientemente durante la administración de Augusto Ramírez Uhía.
Un residente del sector, dijo que la comunidad del barrio Pupo es muy unida, por lo que cuando los consumidores están en su actividad, llaman al cuadrante de la Policía, pero al llegar los oficiales, lo que hacen es cambiarlos de sitio pero no los retira del sitio.
“No se atreve uno a denunciar a los expendedores, porque hemos comprobado que muchos policías del cuadrante cobran vacunas a esa gente que está expendiendo la droga” dijo el líder comunitario, quien indicó que contrario a todo, lo que hicieron los oficiales es decirles a los de la olla quienes estaban alertando de la situación. De acuerdo con los vecinos del Pupo, lo que más molesta es que los consumidores de droga, precisamente comienzan su actividad cuando los niños intentan jugar en el parque.