La comunidad de Sempegua corregimiento del municipio de Chimichagua, una de las tantas comunidades que están sufriendo por la sedimentación que tiene el complejo de agua dulce más grande de Latinoamérica, denunciaron ante esta autoridad ambiental, la deforestación demencial que se estaba realizando en la finca California, de supuesta propiedad de la familia Malcún.

Según los habitantes de Sempegua, estas actividades delictivas las venía realizando presuntamente el señor Juan Ovalle, de quien dicen tiene esta finca en calidad de arriendo. Los trabajos atentarios contra el ambiente que se adelantaban eran la civilización de tierras, con lo que se afectó más de treinta y cinco hectáreas de bosque nativo, el cual se encuentra conformado por uvita de lata (corozo), palo prieto, Cienaguero, Mangle y demás especies vegetales que se desarrollan   a orillas de este complejo cenagoso.

Es preciso anotar que en visita que realizaron  funcionarios de esta autoridad ambiental el día 14 de octubre de 2016 a la finca california encontraron una maquina 966F, arrancando las especies ya mencionadas, realizaron medidas con cinta métrica y algunas de las plantaciones arrancadas se encontraban a 2 metros de distancia del agua. Que la acción demencial realizada se ubica en inmediaciones de las coordenadas N. 0910258 W.073 49 52,6.

La naturaleza dotó a estos cuerpos de agua con este tipo de plantaciones para que sirvieran de refugio y habitad de ciertas especies acuáticas, lo que permite que exista un equilibrio natural.

Corpocesar realizó operativo en compañía de la policía del municipio de Chimichagua, quienes no pudieron decomisar la maquina con la que realizaba la afectación ambiental, por lo distante y la complejidad del terreno mismo, el cual se torna fangoso y que solo cierto tipo de vehículos entra a zona.

Se impuso la medida preventiva consistente en suspensión de actividades, tal cual como ordena la ley 1333 de 2009 y se iniciará el respectivo proceso sancionatorio, con el cual se buscará determinar los verdaderos responsables de semejante degradación ambiental que atenta no solo con el ecosistema del complejo cenagoso, sino contra la existencia misma del ser humano.

Es preciso recordar que la Ciénega de Zapatosa está ubicada entre los municipios de Chimichagua, Curumaní, Tamalameque (Cesar) y El Banco (Magdalena) formada por el río Cesar, unos pocos kilómetros antes de su desembocadura y perteneciente a la zona conocida como la Depresión momposina, además de eje de la economía piscícola de las poblaciones de alrededor.

Ocupa un área de aproximadamente 40.000 hectáreas y alberga un volumen de por lo menos 1.000 millones de m³ de agua. La región colinda con otras zonas ecológicas como la Serranía del Perijá, el valle del río Cesar y el valle del río Magdalena.

Lo inmenso de este complejo cenagoso facilita la actividad criminal, de aquellos que no han querido entender que sin agua no habrá vida, y que motivados por el poder, tenencia de la tierra y acumulación de riquezas actúan desenfrenadamente sin importarles que en pocos años lo que hoy les brinda oportunidad de obtener gran producción ya sea agrícola o ganadera en tiempos no lejanos, se le volverá tierra propensa a todo tipo de riesgo.

Así como la inmensidad de esta riqueza natural, le facilita el actuar a los delincuentes de cuello blanco y no blanco, también dificulta la actividad del Estado, puesto que no es fácil penetrar en lo profundo de esta y tampoco se cuenta con la infraestructura necesaria para decomisar la maquinaria que utilizan los delincuentes.

Además de la problemática de deforestación que causan los infractores ambientales con el firme propósito de apoderarse de estas tierras baldías, se presenta la extracción de madera ilegal.

Corpocesar viene adelantando trabajos para identificar las mafias que actúan de manera irracional contra la vegetación milenaria de este refugio natural, de aquí están sacando madera en aprovechamiento de primer grado (trozas) de gran tamaño y que según lo expresado por algunos moradores, han escuchado de parte de los  que vienen a cargar la madera, ésta, está siendo utilizada para actividades de narcotráfico. Además, están cargando la ceiba bruja que no sirve para ninguna actividad en la industria maderera.

Corpocesar ha encontrado parte de estas trozas que dejan los delincuentes al enterarse de la presencia de funcionarios nuestros. Trozas que son cargadas más tardes por los mismos delincuentes. Han narrado algunos habitantes que este tipo de madera la mueven con un tractor de los grandes, dotado de un winche de más de 80 metros de largo, para jalar las piezas maderables, puesto que es imposible que el vehículo llegue hasta el lugar del corte.

No es fácil para Corpocesar hacer presencia en todo este sistema cenagoso, tiene tantas salidas, que solo personal conocedor de la zona sabe ubicarse y salir con facilidad del mismo y peor aun cuando se entrevista a la comunidad nadie habla ni ofrece información que nos permita identificar los propietarios de predios que se prestan para este ilícito.

A raíz de esto Corpocesar denunciará a indeterminados ante la fiscalía y demás autoridades, para que se actúe en conjunto y así lograr proteger esta riqueza natural fuente de vida.

Corpocesar hace un llamado a las administraciones municipales que tienen asiento territorial en este complejo cenagoso, para que actúen a prevención tal cual como se lo ordena la constitución y la ley, y de esta manera ayuden a evitar la degradación del suelo, que traerá como consecuencia el hambre y desplazamiento de las comunidades que se encuentran asentadas en esta jurisdicción.

También se hace el llamado al gobierno nacional para que revise de manera exhaustiva la titulación de tierras que ha hecho en esta zona, para que no se repita lo que sucedió en el complejo cenagoso del sur del Cesar, donde la fiscalía esta investigando la posible titulación de baldíos y terrenos de protección a distintas personas, terrenos estos que hoy se encuentran en manos de multinacionales. Ejemplo claro de esto, es el reciente fallo de la corte constitucional mediante el cual ordenó al Estado a recuperar los terrenos baldíos de la hacienda la gloria.

Se necesita entonces la articulación del Estado para hacerle frente a esta problemática.

Invitamos a toda la comunidad a darle aplicabilidad al artículo 58 de la constitución nacional, el cual dice que la propiedad privada debe cumplir una función social y ecológica. Esto es en literatura castiza que yo con lo mío no puedo hacer

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