La jornada fue maratónica, pero más allá de eso, tensa, sincera y dolorosa. Víctimas y victimarios se miraron a los ojos, de un lado se cantaron las verdades, de otro, se reconocieron esas verdades. Por un lado, se reprocharon los delitos, del otro, se pidió perdón con pocas esperanzas de recibirlo. Las víctimas de los militares del batallón La Popa cobijados por la Justicia Especial para la Paz JEP, tuvieron la oportunidad de conocer más detalles del por qué sus hijos, hermanos, esposos, padres, cayeron bajo las balas asesinas de hombres que por un ascenso, un premio, y hasta por un permiso, unos desquiciados les arrebataron la vida.
Uno de los casos más sentidos fue el de Franklin Navarro, hoy un adulto mayor cuyo hijo, su único hijo, miembro de la etnia wiwa, fue asesinado por los exmilitares, no sin antes hacerlos pasar como miembro de un grupo guerrillero.
El señor Navarro con voz entrecortada, dijo durante la audiencia que su hijo Carlos Mario Navarro, quien fue asesinado junto con otro joven, era su única esperanza para su sostenimiento durante su vejez.
De los testimonios más desgarradores en el marco de la primera jornada de la audiencia, fue el de Oseas Arias Martínez, miembro de la etnia kankuama, que hace parte de una familia que sufrió tres muertes, y el desplazamiento de varios de sus familiares.
Durante su intervención, Arias sorprendió al ofrecer el perdón de Dios a los victimarios que estaban en frente suyo.
Arias Martínez, hermano de Enrique Arias Martínez asesinado el 22 de junio de 2004 en Atanquez, y primo de Uriel Evangelista Arias, también asesinado por los militares, agradeció durante su intervención al soldado Yeris Gómez, quien fue uno de los comparecientes, por haber dado información sobre las muertes ocurridas. No obstante Arias, cuestionó al ex uniformado por que siendo infiltrado de las FARC en el ejército, produjo estas barbaridades.
Oseas Arias al término de su intervención y con la voz quebrada, agradeció la solidaridad de instituciones como la JEP, al tiempo que ofreció su perdón a los victimarios citando versículos de la Biblia. “ Espero en Dios, y que Dios tenga misericordia de ustedes” dijo dirigiéndose a los comparecientes, el kankuamo Oseas Arias Martínez.
Aunque fueron varios los victimarios comparecientes, los que tuvieron la oportunidad de pedir perdón y reconocer su autoría en los crímenes por los cuales la JEP adelanta este proceso, llamó la atención la del ex Coronel Eber Hernán Gómez Naranjo, quien se desempeñó como oficial de operaciones y ejecutivo así como segundo comandante del batallón La Popa, el cual contribuyó al encubrimiento de asesinatos presentados como muertes en combates.
En el marco de su intervención, el ex oficial se mostró avergonzado por los crímenes, que ayudó a encubrir, al tiempo que pidió perdón a las víctimas, pero se negó a reconocer como se intentó por parte de los jueces, atribuir a mandos superiores la autoría intelectual de los crímenes.
Durante la audiencia, los jueces de justicia y paz, les dijeron a los victimarios que reconocieran plenamente la verdad, de la cual algunos se han alejado porque de acuerdo con los funcionarios de la JEP, les ha faltado aprovechar esta oportunidad para no guardarse cosas y limpiar su corazón. “ No tienen por qué tapar la verdad, o hacerle un favor a alguien” dijo uno de los jueces en el marco de la sesión.
La audiencia continuará este miércoles 19 de julio en el auditorio Macondo de la Universidad Andina en Valledupar.
