Los habitantes de Valledupar han recibido con beneplácito la empatía que reflejan el nuevo alcalde de Valledupar Augusto Ramírez Tuto Uhía, y el nuevo gobernador del Cesar, Francisco Ovalle Angarita. Los nuevos mandatarios han logrado enviar un mensaje de unión que tanto hacía falta, entre las administraciones departamental y municipal.
Y es que no es difícil que esta sinergía sea real. Ambos mandatarios son amigos de vieja data, a pesar de que generacionalmente son distantes, pues Franco es mucho mayor que Tuto, el haber trabajado unidos en anteriores oportunidades, ha hecho de este par de hombres, una dupla en donde impera la amistad.
Todo comenzó en el partido Cambio Radical. Siendo un jovencito de solo 21 años, Ramírez Uhía llegó a las toldas del naciente partido Cambio Radical recién creado por el entonces candidato presidencial Germán Vargas Lleras, hoy vicepresidente de la república. Su amigo, Franco Ovalle, era por ese entonces quien representaba el partido en el Cesar, por lo tanto, era quien debería darle el aval al joven político, cantante por oficio y recién graduado de abogado, para que se presentara como candidato al Concejo.
Su campaña fue la más austera de entonces. Según fuentes cercanas a Tuto Uhía, solo 5 millones de pesos se invirtieron en esa campaña hecha a pie. La iglesia evangélica, a la que comenzaba a asistir el joven cantante y ahora político, fue pieza clave para lograr una curul en el Concejo.
Mientras tanto Franco Ovalle lideraba el partido por el que pocos daban un peso en el Cesar. Por esa razón, fue tan duro para él y para sus seguidores, cuando el hoy Representante a la Cámara Eloy Chichi Quintero, le arrebató a peso de influencias, la posibilidad de liderar la lista al Congreso en las pasadas elecciones. Franco, visiblemente golpeado, se hizo a un lado y comenzó a mirar los toros desde la barrera.
Antes ya se la había jugado con Tuto Uhía como candidato a la Alcaldía de Valledupar. A pesar de no lograr el triunfo, pues el pueblo se decidió por el médico Fredys Socarrás, la amistad se consolidó.
Mientras Tuto Uhía era llamado a asumir la Secretaría de Gobierno departamental, Franco esperaba nuevos vientos. Hasta que se comenzó a hablar de política seriamente.
Tuto renunció a su puesto, y comenzó un trabajo comunitario y mediático que lo acercó más al pueblo. Franco fue ungido como el candidato a la gobernación por el partido de la U, otro partido de la coalición del gobierno nacional liderado por Juan Manuel Santos. Al que le van a dar le guardan.
Pero a los ojos de los electores la amistad parecía no tener futuro. Mientras a Franco Ovalle le tocaba tomarse fotos con varios candidatos a la Alcaldía de Valledupar que se sumaban a su causa, Tuto pregonaba a los cuatro vientos, que este era su candidato a la gobernación.
No era fácil, Tuto humildemente veía cómo cercanos a Franco apoyaban otras causas, mientras él seguía fiel a su candidato a la gobernación.
Pero el corazón de Franco era franco con Ramírez Uhía. Él tenía claro el fenómeno político que había ayudado a construir. Tuto estaba en su corazón, y Franco en el del joven candidato a la Alcaldía. Lo demás, no era más que parte del espectáculo y de los sueños de algunos que intentan construir algo a largo plazo.
La esperanza del pueblo
Para los habitantes de Valledupar no es solo un triunfo el hecho de que Tuto y Franco hayan sido elegidos. Es un triunfo en que sean amigos y que hayan comenzado a trabajar juntos, porque la ciudad ha tenido malas experiencias con administraciones divididas.
Hernando Molina vs Ciro Pupo, Ava y Luis Fabián vs Cristian Moreno y Fredys Socarrás vs Luis Alberto Monsalvo. Aunque a decir verdad la ciudad de Valledupar sufrió menos con esta última división. Valledupar tendrá que estar por siempre agradecida con el gobernador Luis Alberto Monsalvo, quien le ayudó a transformar – si es que no se la transformó totalmente y en solitario – a la ciudad que el alcalde gobernó, a decir de la mayoría, de una mala manera.
Los vallenatos solo esperan que la luna de miel, y que el primer amor entre ambos mandatarios, perdure cuatro años. Así gana la ciudad más importante del departamento.
