Lejos de la guerra en los campos y zonas rurales que Colombia pretende dejar atrás, existen manifestaciones de barbarie del hombre contra su especie como lo formuló el filósofo ingles Thomas Hobbes: “El hombre es un lobo para el hombre”. El pensador del siglo 17 explicaba como el ser humano en razón de sus propias interpretaciones y pasiones más bajas arremete contra su prójimo.
¿Qué legitima el actuar violento de un hombre en contra de otro? La preocupación que ocupa a los colombianos en los últimos años, y de esto se culpa con frecuencia al Estado y su ausencia, es la violencia física y psicológica en la teoría popular de la “justicia por mano propia”.
Ayer en Valledupar, decenas de personas pedían a uniformados de la Policía Nacional que dejara morir o terminara de matar a un presunto delincuente tirado en el piso, herido de bala. Todo esto precedido por incontables linchamientos en las calles de la capital del Cesar, muchos de ellos terminados en muerte.
Ahora se cuenta con las herramientas tecnológicas con las que no contaba el filósofo Hobbes en 1615 cuando escribió su obra Leviatán y cuestionaba el “estado natural del hombre”: videos que circulan en las redes sociales en donde se ve a Cristian Andrés Vigna, presunto homicida de Dayan Miguel Serrano Pallares, retorciéndose de un balazo en su costado, mientras los que no lo graban con sus celulares gritaban, “déjalo, déjalo, déjalo morir”, otros decían, “lo dejan que viva pa’ que vuelva y mate”.
“Lamentablemente ayer circularon unos videos en los que en el momento que se hacían efectiva las capturas de los que al parecer participaron en el hecho, había unos ciudadanos que le decían a los policías que procedieran a dispararles a estas personas, esta no es la acción, las palabras de un buen ciudadano”, lamentó el coronel Diego Hernán Rosero Giraldo, comandante del Departamento de Policía Cesar.
El alcalde Augusto Ramírez Uhia también reprochó el actuar de los ciudadanos que actuaron de esta forma y felicitó a la Policía Nacional por respetar la vida del presunto delincuente. “Institucionalidad que respeta los derechos humanos, que no acató lo que sugerían unos ciudadanos, decían que dejaran morir al presunto delincuente, sino que basado en los protocolos de derechos humanos le prestó el servicio y lo traslado a un centro asistencial como debe ser”, dijo.
“Justicia por mano propia” no solo no es una manifestación sana de la justicia establecida en las normas que consagra el Código Penal que rige en Colombia, también promueve la violencia y acarrea resultados adversos para quienes la ejercen de manera desmedida.
En Bogotá, año 2015, un hombre persiguió y atropelló a los fleteros que minutos antes lo habían atracado. En la embestida con el carro del ciudadano a la moto en donde huían los asaltantes uno de ellos murió: en consecuencia el hombre enfrentó a la justicia por homicidio y lesiones personales.
