Los habitantes del barrio Dangond de Valledupar ya no encuentran como suplicarle al gobierno nacional que elimine de su sector la cárcel Judicial. Luego de que en días pasados varios internos protagonizaran un motín, en el que varias personas resultara heridas, los vecinos del Dangond volvieron a alzar su voz, solicitando el traslado.
Y es que de unos años para acá, después que en 1997 ocurriera la peor revuelta de la historia en ese penal, las casas del Dangond se han desvalorizado, a tal punto que son pocos los arreglos que a las viviendas ubicadas alrededor del penal, le hacen sus dueños. Incluso, son muchos vecinos que han decidido vender sus viviendas debido a los constantes problemas de orden público que se presentan en la zona producto de los enfrentamientos en el penal. Pero cada vez que ocurre un hecho como la revuelta del pasado 21 de octubre, el tema vuelve a ponerse sobre el tape.
Los concejales hablan, los diputados exigen, el alcalde promete, el gobernador se refiere al lote que tiene para reubicar el penal, pero el INPEC calla.
Los que si no callan son los políticos, quienes en tiempo de campaña siempre se refieren al tema. Según Marcelina Fragozo, edil de la comuna 4 y residente en el Dangond, cada vez que hay una campaña, todos los políticos los visitan y prometen que el penal desaparecerá de allí, que en el lote donde está ubicada la cárcel será construido un gran parque, entre otras maravillas que les dicen.
Pero pasa el tiempo y todo vuelve a la normalidad. Porque ya es normal que los vecinos de la Judicial vivan en la zozobra.
