Tras labores de búsqueda conjunta con el Gaula y la Dijín, ante la Fiscalía de Bogotá se entregó el mayor Andrés Montoya, adscrito al Gaula del Comando de Policía del Cesar, quien se encontraba prófugo de la justicia luego de ser vinculado con bandas criminales.
Este oficial se había desatacado por las numerosas condecoraciones recibidas y por su trabajo con la DEA, donde se ganó la confianza. Según las investigación desde la ciudad de Barranquilla se habría establecido una red criminal de apoyo entre Colombia y México para la exportación de cocaína a gran escala.
Junto a la orden de captura de Montoya, fueron aprehendidos los mayores Pablo Andrés Uribe Gómez, adscrito a Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional; y Andrés Felipe Osorio Osorio, de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol de la Policía, y el patrullero Elkin José Tovio Casarrubia, quienes presuntamente también colaboraban con bandas delincuenciales y narcotraficantes que delinquen en la zona norte del país.
A los implicados se les imputaron los cargos de enriquecimiento ilícito, concierto para delinquir agravado, falsedad en documento público y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, en la modalidad de transportar y sacar del país.
