Gustavo Petro al inicio de su gobierno puso la vara alta en lo que tiene que ver con educación nombrando de ministro a Alejandro Gaviria. Siguió en la misma línea con Aurora Vergara, una funcionaria hasta entonces poco conocida a nivel nacional pero que demostró ser toda una dama.
Pero como todo bueno dura poco, decidió el señor presidente entonces que el siguiente ministro de educación seria Daniel Rojas, célebre hasta entonces por el vocabulario enriquecido con la vulgaridad, por su estilo chocante, confrontador, pero eso sí, un petrista de pura sangre. Mamertisisimo como él solo.
Es precisamente Danielito el travieso, el que tiene a cerca de 200 mil estudiantes, que hoy para pagar su educación acuden a los créditos de Icetex, con sus ilusiones frustradas. Sumado a los entre 40 mil o 60 mil estudiantes más que esperaban endeudarse con la entidad para pagar sus matrículas por primera vez.
Traviesisimo Danielito, quien recordó que él sufrió un terrible trauma porque Icetex cual chepito o cobra diario, se la montó para que le pagara lo que le prestó para financiar sus estudios en su momento. ¡Estudio vulgarología! Al parecer.
Pues esa experiencia personal, ha sido el motor que ha movido al señor ministro, a no mostrar mucho interés en salvar a la entidad que en su momento lo salvó a él de quedarse bruto. Bueno, mas bruto.
Pero no le echemos la culpa a Danielito, porque lo que ahora tenemos, es un tire y jale entre ministros. El de educación afirma por un lado, que los recursos para los estudiantes están garantizados para lo que resta de 2024. Pero el Ministerio de hacienda, no gira la plata. Ambos ministros, hacienda y educación tirándose la pelotica, y mientras tanto en el presupuesto general de la nación para 2025 no aparecen los recursos tampoco.
¿Saben qué?. Barro eso. Barro que este gobierno le responda así a los estudiantes, a los jóvenes que se la jugaron por Petro, por el cambio. Eso no se hace.
Pero bueno, así paga el diablo, a quien bien le sirve.