Riohacha, Noviembre 10. El Obispo de Riohacha, Monseñor Francisco Ceballos, compartió detalles sobre la liberación de Luis Manuel ‘Mane’ Díaz, padre del famoso futbolista Luis Díaz, destacando el crucial papel desempeñado por la Iglesia Católica y la ONU en el proceso.
En entrevista con este medio de comunicación, Monseñor Ceballos describió su rol en la operación de rescate. «Fue mi papel ahí, más bien como de mediador para recibir a la persona y entregarla a la familia«, explicó el Obispo, enfatizando la colaboración entre la Iglesia y la ONU.
Interrogado sobre si tuvo contacto con los miembros del grupo armado, el Obispo aclaró, «El contacto físico, normal de saludarlos. Pero si estamos hablando de establecer una conversación con ellos, no. Eso lo hizo la ONU».
Al ser preguntado sobre los rumores de un posible pago por la liberación, Monseñor Ceballos respondió, «Siempre hay curiosidad, Monseñor, en el momento de lo que fue ese operativo donde ustedes llegan allá». Sobre el operativo, detalló que desde Valledupar hasta el sitio de la entrega, el vuelo en helicóptero tomó alrededor de 45 minutos, con un leve retraso por dificultades para ubicar el lugar exacto de la entrega.
Respecto al estado anímico de Luis Manuel Díaz al momento de su liberación, Monseñor Ceballos observó: «Un hombre callado, ensimismado, meditabundo, una persona que todavía no había reaccionado ni se daba cuenta que estaba en la libertad». Agregó que Díazque «solamente lloraba y le daba las gracias por estar nosotros ahí como Iglesia Católica y como ONU escapándolo para llevarlo sano y salvo a su familia».
Finalmente, abordó el debate en Colombia sobre la existencia de dos clases de secuestrados, destacando que «la función nuestra no es rescatar personas secuestradas como Iglesia». Subrayó que su labor es humanitaria y que, aunque están dispuestos a intermediar y aconsejar, «hasta ahí llegamos nosotros«. Hizo un llamado a la conciencia gubernamental sobre los 241 secuestrados aún en poder de grupos armados, instando a esfuerzos para asegurar su pronta liberación.
Con estas palabras, Monseñor Ceballos no solo brindó una perspectiva detallada sobre la liberación de Luis Manuel Díaz, sino que también puso de relieve la necesidad continua de abogar por todos aquellos que aún permanecen en cautiverio.
