Cada vez que alguien tala un árbol en Valledupar, colapsan las redes sociales y se infartan los teléfonos de las emisoras locales por quejas de ciudadanos, molestos por esta acción. Muchos quieren protestar y calificar de arboricidio lo que se viene presentando. Y cada vez que uno de estos árboles se viene al suelo, y causa tragedias como la ocurrida el pasado mes de febrero, cuando un árbol acabó con la vida del joven abogado Miguel Andres Perea, todos salimos a lamentarnos y a exigirles a los alcaldes que tomen medidas para evitar estos hechos.
Sin embargo todo queda en emociones, a tal punto que nos olvidamos que desde el gobierno del entonces alcalde Luis Fabián Fernández, existe un proyecto radicado en el Concejo municipal, el cual crea la Oficina del Árbol. Dicha iniciativa es del ex secretario de gobierno Victor Martínez Gutierrez, quien hoy señala que esta oficina no se ha materializado porque los alcaldes no han tenido la voluntad política para hacerlo.
» Es que no es tan difícil simplemente falta que el alcalde le diga a los concejales que aprueben el proyecto» señala Martínez, al indicar que algunos de los concejales que hoy están en esa corporación, conocen del proyecto que crea la Oficina del Árbol.
Al ser consultado sobre si la causa de la no aprobación de la Oficina del Árbol de Valledupar, no tendrá que ver con la apatía que provoca crear más burocracia, el ex secretario de gobierno y ambientalista, señala que esta sería una dependencia que no causaría ninguna carga al municipio, sino por el contrario resultaría beneficiosa, si se tiene en cuenta que para tocar un árbol, toda entidad tendría que pagarle al municipio.
Así mismo acota que existen entidades internacionales que querrían apostarle a dicha oficina, con recursos que permitiría su fortalecimiento.
Oficina para tomar correctivos
Aunque es común que Valledupar reciba elogios por parte de quienes la visitan, por tener una de las mejores arborizaciones, también es sabido que nuestros antepasados se equivocaron con el tipo de árboles que sembraron, especialmente en las avenidas. Tal es el caso de la avenida Simón Bolívar, donde son muchos los «higuitos» que están sembrados. Estos son árboles rurales y no urbanos.
No obstante, de acuerdo con Victor Martínez, estos son los correctivos que se pueden tomar teniendo en funcionamiento una Oficina del Árbol que se encargue de estos asuntos.
Igualmente la oficina en mención se encargaría del cuidado fitosanitario de los árboles, cosa que no ocurre en Valledupar.
» Que le pongan el nombre que quieran, pero que creen la oficina del árbol» dice Martínez,al indicar que incluso le importa poco si la iniciativa se la reconocen a él o no.
