Cristobal Castrillo, padre del menor robado la noche del martes 13 de julio en el municipio de Chiriguaná, Cesar, habló sobre la angustia que vivió durante el tiempo que estuvo sin su pequeño, que por fortuna pudo ser rescatado por las autoridades en el municipio de Curumaní.
«Esto nos pasó por tener buen corazón», dijo el padre del pequeño, narrando que el bebé fue raptado por una mujer en aparentemente estado de embarazo que llegó hasta el hospital de Chiriguaná solicitando ayuda porque no tenía como irse a su casa ubicada en La Jagua y tampoco tenía dónde refugiarse esa noche, hecho que llenó de nostalgia a Alejandra, tía del pequeño, quién le abrió las puertas de la casa a la venezolana brindándole además comida, pero a eso de las cinco de la mañana de ayer huyó del lugar llevándose al niño de dos días de nacido.
Explicó Castrillo que la captura de la mujer de 23 años, quien quedó a disposición de la Fiscalía, se dio gracias a la rápida acción de la Policía y a un testigo clave, que fue el conductor del vehículo en el que se transportó la delincuente al huir con el pequeño, el cual lo llevó hasta el sitio donde se había bajado la mujer que ni siquiera tuvo como pagar el pasaje, sino que lo hizo una conocida.
Al parecer la mujer había tenido un niño en la capital del Cesar que falleció, pero no le entregaron el cuerpo.
Descartó el padre del pequeño que la venezolana pertenezca a una red que roban bebés para venderlos, justificando que la criminal hubiera huido a otro lugar, sin embargo, se quedó en su casa, al tiempo que reveló que lo único raro que vio en la mujer fue que toda la noche se la pasó despierta y cuando ellos le preguntaban qué tenía, respondía que dolor de barriga, que no se sentía muy bien.
Por fortuna el bebé fue revisado por expertos y se encuentra en perfectas condiciones.
Hizo un llamado Cristobal Castrillo a la ciudadanía para que sean más precavida y eviten aceptar a desconocidos en sus hogares.
Redacción Tuperfil.Net
