Las alarmas en el Cesar están encendidas, no solo por los casos de dengue sino también de desnutrición. Según el secretario de Salud Departamental, Guillermo Girón, a las semana 24 este territorio registra 381 casos, de los cuales 10 han tenido desenlaces mortales, siendo todos niños y 7 de ellos indígenas.
Las cifras más altas las tiene Valledupar, con 117 casos, seguida de Pueblo Bello con 51, Agustín Codazzi con 47, la Jagua de Ibirico y Bosconia con 20, y Becerril 19, mientras que los demás municipios presentan menos casos.
Girón Quintana aseguró que lo más preocupantes que la mayoría de afectados son indígenas menores de 4 años.
“Efectivamente tenemos un problema de atención, el 70% pertenece a la EPS indígena Dusakawi que es de ellos mismos. Hemos tomado correctivos y estamos sentados con ellos en mesa de trabajo para tratar de disminuir este problema, y llama la atención que la mayoría de las muertes son en niños menores de un año.”, dijo el secretario, quien agregó que la preocupación es mayor teniendo en cuenta que en la etapa que están muriendo los menores, se supone que se alimentan mayormente del seno materno.
La información suministrada por la sectorial de salud nuestra que, de las 10 diez muertes por desnutrición, 3 pertenecen a la etnia yukpa, 3 a los arhuacos y 1 era wiwa.
“Hay que hacerle seguimiento al proceso de lactancia materna y el despegue de la nutrición en el niño indígena, ya que, sobre todo los que más se mueren tienen problemas de desatención tanto del padre como la madre en la forma de conseguir su alimento, porque por sus costumbres, ellos se van; así como los yukpa hoy están en cualquier lado”, puntualizó.
El funcionario hizo un llamado a esta población de los denominados “hermanos mayores”, para que pongan de su parte y atiendan los tratamientos de salud que se les suministran a los menores, ya que muchas veces los medicamentos son reemplazados por la medicina ancestral de estas etnias.
Igualmente el profesional en salud Guillermo Girón indicó que, “es difícil llegar a ellos, tanto que la misma IPS indígena no da para llegar, por eso se creó un sitio de bienestar familiar en Pueblo Bello que colaboraba como un centro nutricional y nunca le prestaron atención”.
