2024 no fue un año nada fácil para el país, ni tampoco para el mundo. A pesar de que en cada diciembre cantamos que el año que viene será mejor, siempre se asoma uno que otro lunar que mancha lo bonita que es la vida. Y aunque hay dolores más fuertes que otros, cada quien vive su propio drama en los 365 días que pasan. Dramas que no tenemos otra forma de superarlos sino es de la mano de nuestro Creador.
Comenzamos 2025, creyéndole a Dios que este será un mejor año, y que si tenemos dificultades, si tenemos caídas, momentos difíciles, no tenemos por qué afanarnos porque nuestro buen Señor va delante de nosotros para sacarnos en victoria.
¿Qué planes tienes en mente para este año que apenas está comenzando?. Yo tengo varios, pero un propósito esencial en este 2025 para este servidor, es no poner más cargas sobre mis hombros que las que pueda llevar. Viajar liviano será mi consigna. A eso súmele la dieta, el ejercicio, el leer más – por lo menos dos libros al mes – encontrarse más con la gente, hablar de frente sin mediar tanta tecnología, juzgar menos, murmurar menos, quejarnos menos, y bendecir más.
¿Cuáles son tus propósitos para este año?. No se sobre cargue de tantos, es mi humilde consejo. Cumpla los pocos que se impuso, hágales seguimiento, evalúese diariamente, apártese de los hábitos que lo alejan de cumplirlos, y aléjese también de aquellos que no suman a su vida, acérquese a los que sí.