La alteración al orden público registrada la mañana de este domingo en la Permanente Central de Policía, sobre la carrera tercera de Valledupar, fue el hecho que motivó a algunos vecinos de ese lugar a realizar serias denuncias respecto al comportamiento de algunos detenidos, incluso de los mismos uniformados que tienen a cargo su cuidado.
Un ciudadano que pidió mantener en reserva su identidad, dijo que “mi mamá vive al lado, y todo está pasando porque en realidad nunca ha habido una seguridad acá. El preso es como si fueran unos vecinos más, salen a las casas, visitan, ellos mismo salen a la tienda, a comprar gaseosas, comidas rápidas”.
Según el denunciante, los “huéspedes” de este centro de reclusión transitorio ubicado a solo unos metros de la Plaza Alfonso López, se las ingenian para ingresar bebidas embriagantes, incluso “los mismos policías le dan los permisos para que ingresen a sus mujeres a media noche y les cobran 200 mil pesos por hacerlo”.
El hombre, quien además asegura que tiene un familiar miembro de la Policía que incluso laboró en la Permanente, y por eso tiene conocimiento de causa de la situación; asegura que hace la denuncia porque este comportamiento irregular está afectando al vecindario, donde viven niños y personas de bien.
“Esto es algo que no hay que callar porque en este vecindario viven muchos niños, viven muchas personas que hoy fueron afectadas, las paredes y techos fueron hechas migas. Hay muchos presos que se han volado, y ellos dicen que fue por las paredes, pero es porque le dan permiso y ellos aprovechan, cogen un taxi y se van, se vuelan”, agregó.