Aunque la intervención al hospital Rosario Pumarejo de López ha sido la mejor decisión para intentar salvar el centro asistencial, que hasta el mes de enero de este año era totalmente inviable, aún se requiere que todas las partes comprometidas con sacarlo adelante, cumplan con sus compromisos.
Una de esas partes es el gobierno departamental, que aún no ha aportado la suma de 40 mil millones de pesos que le debe al Rosario Pumarejo de López, y que permitiría equilibrar mejor las finanzas del centro. Es por esto que Fabio Aristizabal, Súper Intendente Nacional de Salud, dijo que le ha pedido al gobernador encargado, que se ponga al frente de este tema, y haga el desembolso cuanto antes.
Recordó Aristizabal, que el Gobierno Nacional no alcanzó a desembolsar lo correspondiente a la ley de punto final para beneficiar al Rosario Pumarejo, porque la administración departamental no presentó el informe de auditoría de las cuentas pendientes por concepto de atención a población pobre y vulnerable, así como a la población migrante.
Pese a todo esto, la intervención al centro asistencial le ha permitido al mismo facturar mensualmente 5 mil 500 millones de pesos, cuando antes esta era de 2 mil millones. Aún, sin embargo, el Rosario Pumarejo tiene cuentas por cobrar por el orden de los 112 mil millones de pesos a las diferentes EPS.
“Estos recursos le van a permitir al centro asistencial seguir caminando” señaló el Súper, indicando que si se logra el equilibrio financiero, el Rosario Pumarejo de López podría cumplir con la contratación directa del personal, y no a través de las prestaciones de servicio, las cuales están prohibidas por el mismo Ministerio del Trabajo. “hay que aceptar la realidad que tienen los hospitales, si tiene la capacidad de contratar directamente tiene que permitirse, sino no se puede hay que permitir la contratación así” señaló el alto funcionario, quien sin embargo anotó que se debe tener en centra que hay muchos funcionarios que sirven de intermediarios, cosa que debe terminarse poco a poco mientras se recupera la autonomía financiera del centro asistencial.
