Al menos ocho auxiliares de Policía están apoyando en la seguridad del hospital Rosario Pumarejo de López, luego que la empresa de vigilancia Carimar decidiera retirar del centro asistencial su personal de guardias desde la noche del miércoles pasado.
La ausencia de la vigilancia privada es una muestra más de la situación crítica por la que atraviesa el hospital y que fue denunciada por algunos profesionales de la salud que trabajan en el centro asistencial y también por aquellos que decidieron irse del mismo ante la falta de recursos.
Hasta ayer al mediodía la entrada a consulta externa estaba cerrada con candado, mientras tanto, el portón de entrada que da hacia el parqueadero privado y la gerencia sí estaba abierto, pero solo se encontraban un auxiliar de Policía y un joven vestido de civil.
Por la entrada principal del hospital están varios auxiliares de Policía junto a otro hombre vestido de civil. En la entrada a urgencias ocurre lo mismo: otro auxiliar de Policía presta servicios acompañado de un civil.
La empresa Carimar prestó servicios de seguridad en el hospital hace unos años y volvió a tener contrato en junio de 2020, puso a disposición del centro médico más de 30 guardas para cumplir 24 horas de vigilancia, sin embargo, al parecer hace siete meses el hospital no le gira el dinero correspondiente.
La compañía le seguía pagando a los vigilantes hasta que dejó de hacerlo hace tres meses. Esto habría llevado a Carimar retirar su personal.
Uno de los vigilantes afectados habló con Radio Guatapurí y dijo que muchos tuvieron que irse a sus casas sin saber qué pasará con sus trabajos. “Mi esposa es la que está trabajando actualmente”, dijo el guarda que espera confiado en que su presente cambie.
En varias oportunidades este medio de comunicación se comunicó al número celular de la asistente del gerente de la empresa Carimar para que este se expresara sobre lo que está sucediendo entre la empresa y el hospital, pero no hubo respuesta por parte del directivo.
Por Renier Asprilla
