Cuando comenzaron a surgir barrios como Villa Miriam, María Camila Sur o Villa Dariana, uno de los sitios más visitados especialmente en horas de la noche de la zona, era el humedal ubicado en María Camila. Jóvenes del sector solían sentarse en las orillas del humedal y con guitarra en mano, cantaban para ver muchas veces llegar el amanecer.
Pero comenzaron a llegar también aquellos que convirtieron el sitio en un basurero, generando roces entre quienes usaban el humedal para disfrutar a su alrededor, y quienes lo querían usar para contaminarlo.
A raíz de esto a alguien se le ocurrió la maravillosa idea de encerrar el humedal, supuestamente con el fin de protegerlo. La medida logró solo una cosa y es que quienes usaban el humedal para pasar un rato agradable y se enfrentaban a quienes lo contaminaban, se alejaron del lugar. Pero quienes siempre lo han contaminado, siguieron haciéndolo, sin importar que exista una malla que supuestamente lo protege.
Desde entonces cada vez que es día de los humedales, día del agua, día del planeta, o se necesita hacer alguna actividad ecológica en algún colegio del sector, voltean a mirar al humedal de María Camila para ahora sí, salvarlo.
Ocurrió por enésima vez este viernes 15 de agosto. Un grupo de estudiantes de la UPC, adelantaron un estudio químico a las aguas del humedal detectando que la contaminación a la que está expuesto el afluente, es verdaderamente preocupante.
Según las pruebas tomadas a las aguas, hay demasiado coliformes fecales los cuales sobrepasan los límites permisibles, pero además el humedal cuenta con poca agua debido a la sequía, lo cual está provocando la muerte de cientos de peces.
A raíz de esto, los estudiantes solicitaron el apoyo del cuerpo de bomberos de Valledupar, quienes le suministraron agua al sitio, con el fin de recuperar un poco el caudal y la vida que en el humedal se está perdiendo.
Todo esto es producto del depósito de basuras en el humedal, el cual ha sido tomado por algunos carremuleros como una escombrera.
Según el estudiante de la UPC, Eduar Arias, gracias a una encuesta que se adelantó en los barrios cercanos al humedal, existe poco sentido de pertenencia hacia el mismo. Según la encuesta, la gente desconoce la importancia que representa para el ecosistema el humedal.
Ahora solo esperan quienes intentan salvar el humedal, que quienes cuidaban el sitio y residían cerca, recuerden que aunque moribundo, el afluente está vivo, y requiere que no le den la espalda aunque exista una malla que lo quiera separar de la gente.
