El pasado 3 de noviembre Tuperfil.Net dio a conocer que horas antes le había sido solicitada la renuncia al Secretario de Educación del Municipio de Valledupar Asdrubal Rocha. Al parecer el alcalde Fredys Socarrás no estaba muy contento con la labor del funcionario, muy por debajo en eficacia y empatía con sus subalternos y el mismo gremio de educadores, cosas que si manejó muy bien su antecesor Julio Cesar Barrios.
Horas después Rocha desmintió la noticia. Lo que no dijo es que a puertas cerradas hubo un diálogo entre él y el mandatario municipal, y que prefirieron dejarlo un ratico más para no sacarlo por la puerta de atrás y darle gusto a este medio.
Un mes después trasciende que Asdrubal Rocha sale de la administración, eso sí, en el marco de otros cambios en el ya desgastado gobierno de Fredys Socarrás Reales.
Los cambios que se darían además de Educación son en Mercabastos donde ha permanecido Johny Hernández uno de los consentidos del alcalde. Los otros son en Cultura, Tránsito y Prensa.
La salida de Hernández es necesaria a nuestro modo de ver. Lleva tres años disfrutando de las mieles del poder, primero en Secretaría General y luego en Mercabastos. Este profesional eficiente por demás, puede darse por bien servido, y de seguro entrará a reforzar el equipo del que ya hacen parte Iván Ochoa y Holmer Jiménez quienes como soldados se fueron a defender un legado – no se cual- para las próximas elecciones.
En Cultura ya estaba bueno. Alberto Muñoz Peñaloza hizo y deshizo en esa dependencia. Nos tramó a todos con poner a tocar a los viejitos queridos de Los Juglares y a hablar de cultura en las tertulias, mientras muchos por fuera se quejaban sobre falta de cumplimiento de su palabra empeñada para asuntos de contrato. No obstante Muñoz Peñaloza seguirá con su caballerosidad lisonjeando a cuanto loco se le atraviese y de seguro también conquistará votos para el candidato que lleve el alcalde utilizando esa estrategia.
Por los lados de Tránsito era un cambio que pedía a gritos la comunidad. Oscar Tom a quien Fredys Socarrás nos vendió como la lumbrera en el tema de movilidad, no pasó de ser un fiasco más, del que no queda nada bueno que contar. A lo mejor se regrese a Chile, de donde vino. Allá de seguro le irá muy bien.
Y en Prensa hay que reconocer que Liliana Vanegas fue una hormiguita arriera. Fiel como ella sola a las directrices de su jefe, como debiera ser. Rodeada de sus amiguis de siempre – uno trabaja con sus amigos al fin de cuentas –intentó hacer un buen trabajo, pero se aculilló demasiado ante la figura del jefe que en sus momentos de rabietas de esos que sabe vivir, la mandó al carajo más de una vez. No obstante Lili como cariñosamente la decimos, supo aguantar, hasta que le pusieran dos asesores de imagen por encima de ella. Uno de ellos – ella para ser exacto – hasta se atrevía a corregirle los boletines. Hay gente que tiene una humildad bárbara. A Lili le sobra. La admiro.
Ahora bien. Los que salen de seguro se irán agradecidos por la palomina que les dio Socarrás y de seguro entrarán a alistarse en la campaña que lleve el alcalde, cosa que nos parece bien pues al fin de cuentas en sus condiciones de ex funcionarios la Ley se los permite. Pero, ¿Quiénes llegan también se meterán en el cuento?
Ustedes me criticarán por parecer tan inocente pues la respuesta es obvia. Si los cambios que vienen en el gabinete son políticos, ¿por qué he de pensar que deban ser eficientes en sus cargos y olvidarse de la campaña venidera?..
Es que aún soy un poco utópico. Pienso que la Ley es para cumplirla y quien más está llamado a hacerlo es el funcionario público. Pero que va, eso de seguro los veremos politiquiando descaradamente usando nuestros sagrados impuestos.
Por Limedes Molina Urrego
Director Tuperfil.Net
@LimedesMolinaU