Desde hace varios meses una comerciante del municipio de Valledupar paga las consecuencias de pedir dinero prestado a pago diarios, pues ha tenido problemas serios, teniendo que pagar más de su deuda por temor a perder su vida, pero ya no cuenta con capital para seguir respondiendo.
Marinela Martínez, es la comerciante de 39 años que hizo un préstamo 2.3000.000 para abastecer su tienda de cervezas antes de iniciar la pandemia por Covid-19, dinero que ha reembolsado poco a poco, pero los intereses crecen cada día más.
El origen de la problemática se centra en que la mujer madre soltera de dos hijos debía pagar el monto de 600 mil pesos mensuales, pero como todo fue cerrado su situación complicó e incumplió unas cuotas, sin embargo, ya ha pagado 2.750.000, crédito más alto de lo que la comerciante creía que debía pagar, pero la persona que le facilitó el dinero le dijo que solo ha cancelado parte de los intereses que fueron al 20 por ciento y su deuda sigue congelada aun cuando se le han llevado de manera forzosa sus enfriadores de trabajo.
“Yo pensaba que ya había pagado toda la deuda. El acuerdo no fue ese”, dijo Marinela Martínez, al indicar que su situación en estos momentos es bastante crítica y no tiene cómo responder, pero que sí tiene toda la intención de pagar, al tiempo que reveló intimidaciones en su contra como a su hija que recibe mensajes de texto.
Por este caso, la comerciante fue demandada pero no asistió a la primera citación por complicaciones en salud y en la segunda cita no acudió, pero su demandante, lo que ha provocado un desacuerdo entre ambas partes y actualmente existe una orden de conducción en su contra.
