Lo que comenzó como una oportunidad de ganarse unos pesos, se convirtió en una verdadera pesadilla para dos hombres que trabajan en Valledupar como técnicos de refrigeración.
Uno de ellos recibió la mañana de este martes una llamada a su teléfono móvil, por parte de una persona que inicialmente le dijo que se lo habían recomendado como el mejor técnico de refrigeración, y que por lo tanto lo estaba llamando.
Renglón seguido, el potencial cliente le señaló al ciudadano que estaba necesitando sus servicios en la vereda El Rincón cerca al corregimiento de Media Luna zona rural del municipio de San Diego.
En ese lugar, le dijo el hombre que llamaba, había un daño en un cuarto frío, por lo cual requería de sus servicios de manera urgente.
Ante la falta de trabajo, el técnico en refrigeración le respondió que viajaría de inmediato en su vehículo, un mazda Allegro en compañía de su ayudante con el fin de ponerse al frente de la situación.
En medio de la conversación, y pareciendo algo serio, el técnico accedió a darle su número de cédula así como el de su compañero , ya que se requería dicha identificación para autorizar su acceso a la zona, pues los habitantes de la población supuestamente estaban limitando la circulación de personas de otras regiones por allí, debido a la pandemia.
El sujeto que supuestamente contrataba los servicios del técnico de refrigeración le pidió también el número telefónico de una persona de su confianza, a lo que él accedió entregando el contacto de su esposa y de inmediato emprendieron el viaje, durante el cual recibió varias llamadas del supuesto cliente, quien le daba indicaciones de como llegar.
Cuando la señal se perdió debido a la zona a donde ya se encontraban los dos hombres, la esposa del técnico en refrigeración recibió una llamada por parte de un sujeto que le indicaba que su esposo había caído en poder de la guerrilla del ELN y que para dejarlo libre, debía consignarle por Efecty la suma de 12 millones de pesos.
Entre tanto en la parte alta de la serranía del Perijá, el técnico logró conseguir señal en su celular, pero cuando intentó comunicarse con su esposa en Valledupar, recibió la llamada de un sujeto que le indicaba que estaba secuestrado en esa zona del Cesar, que no podía moverse o de lo contrario le dispararían al vehículo en el que se movilizaban y el cual tenían en la mira.
Presos del miedo, los dos hombres contrario a paralizarse emprendieron la huida a alta velocidad en el vehículo, hasta llegar a Valledupar, donde se enteraron de que la mujer no había accedido a la entrega del dinero, gracias a la asesoría de un familiar y un Coronel de la Policía que le advirtió que estaba siendo objeto de una llamada extorsiva desde la Penitenciaría de Valledupar.
Así mismo, el uniformado les dio a conocer que ese mismo día un hombre en Bogotá había caído en la trampa, y su esposa había consignado la suma de 2 millones de pesos a través de Efecty a nombre de un delincuente detenido en la Penitenciaría de Valledupar aunque ella imaginaba que era a nombre de un guerrillero del ELN que lo tenía cautivo.
Esta es una nueva modalidad que están empleando los delincuentes llamada secuestro virtual, y que se suma a la llamada en la que un supuesto familiar le avisa que ha sido detenido por andar con un arma de fuego en su poder y que a cambio de ser dejado libre, tiene que consignar un dinero al supuesto oficial.
