Hace dos años, el señor José De los Santos Pimienta de 51 años, estuvo en la Unidad de Víctimas en Valledupar, tratando de que el Estado le brindara una ayuda luego de ser desplazado por la violencia en 1997. Ese día, en la Unidad, le entregaron un documento el cual decía que debía esperar 100 días para obtener respuesta a su solicitud de indemnización, al cabo de los cuales, lo llamarían para que volviera, pero esa llamada nunca ha llegado.
De Los Santos Pimienta debió salir de Chibolo Magdalena en 1997 amenazado por las Autodefensas, y luego de recorrer en calidad de desplazado varias partes de la costa Atlántica, se ubicó en una parcela de la vereda La Guitarra en el corregimiento de Mariangola zona rural de Valledupar, desde donde a veces viaja a las 4 de la mañana con destino a la sede de la Unidad de Víctimas esperanzado en una noticia.
Allí debe esperar a veces hasta las 4 de la tarde, pero más tarda en llegar al cubículo que en escuchar la palabra » no hay nada para usted».
El labriego dijo a este medio de comunicación, que aparece en el reporte de víctimas por lo que espera que ahora el Estado le de la mano y le cumpla con la indemnización, máxime en este momento que la situación se ha complicado por la pandemia.
