Sin ser paciente covid, al medio día de ayer domingo  fue sepultada bajo ese protocolo en el cementerio Jardines del Eccehomo, la señora Faride Molina Jiménez, funcionaria del magisterio en Valledupar.

La mujer que precisamente  el día de su muerte cumplió 67 años de edad, había llegado a la Clínica Cardiovascular luego de presentar una sepsis abdominal producto de un cuadro diabético,  por lo que fue hospitalizada en la unidad de cuidados intensivos del centro asistencial.  

Molina Jiménez, quien laboraba desde 2005 en la Institución Educativa San Joaquín, presentó complicaciones de salud que la llevaron a su deceso a las 5 de la tarde del domingo pese a que de acuerdo al parte que le habían entregado a sus familiares en horas de la mañana, era de una evolución positiva.

A los pocos minutos de haber fallecido, les fue informado a su hermano y a su hijo, que Faride Molina debía ser entregada en un féretro sellado y embalado, para ser llevado de inmediato al cementerio con el fin de ser sepultada a pesar de no  haberse comprobado que el fallecimiento había sido por Covid-19, examen que le fue practicado pocas horas antes de su muerte.

Ante la insistencia de los familiares de la señora Faride Molina, la gerente de la Clínica Cardiovascular, Marta Socarrás, logró que el laboratorio acelerara la entrega de los resultados del examen, el cual llegó hacia las dos de la tarde, tiempo record si se tiene en cuenta que estos resultados por lo general se conocen 36 horas después.

Lamentablemente cuando los resultados del examen estaban en poder de sus familiares, la señora Molina Jiménez ya tenía dos horas de haber sido sepultada sin un servicio religioso, con pocas personas acompañándola y sin poder ser vista por sus familiares antes de su despedida.

Julio Aramendis Molina, hijo de la fallecida, agradeció que se hiciera una excepción con su mamá entregando el resultado más temprano, pero cuestionó que el examen se le haya hecho solo pocas horas antes de morir, y que se le haya aplicado el protocolo covid para la entrega del cuerpo.

“ Mi madre acompañó a muchos a su última morada, fue una mujer muy solidaria, que hoy debió ser sepultada casi en completa soledad” acotó Aramendis Molina, al pedir al gobierno, revisar ese protocolo que requiere humanización pese a la situación que en el mundo estamos padeciendo.

Faride Molina Jiménez vivió toda la vida en la carrera 10 al lado de las instalaciones del Canal 12 en el barrio Obrero.

Cargar artículos relacionados
Cargar mas en Tuperfil Valledupar

Puedes leer.

Agente interventor de Emdupar asegura que antes de la intervención la empresa suministraban agua turbia

Valledupar, mayo 6 de 2024 En medio de la crisis por la falta de agua que afecta a varios …