Mientras Europa viene girando a la derecha, como acaba de ocurrir en España, donde el Partido Conservador Popular PCP se impuso sobre el PSOE Partido Socialista Obrero Español municipales, y en las regiones autónomas, en Suramérica, el giro se viene dando a la izquierda. Una izquierda que intenta avivar a la Unasur, un invento de Chávez y de Lula Da Silva, que se había apagado por entre cosas, por su ideología socialista. Pero aterriza como buen salvador, nuestro presidente Gustavo Petro intentando salvar a la Unasur, eso sí, proponiendo un cambio cosmético, un maquillaje para la organización, cambiándole el nombre porque sabe bien nuestro presidente, que Unasur está desgastado.
Y de paso el mandatario colombiano anuncia que Colombia volverá a la Unasur. Así como así, como frotando la lámpara de Aladino, sin tener en cuenta que como dijo el ex presidente Duque, esto tiene que pasar por el Congreso de la República y por la Corte Constitucional. Una vez más, Petro se emociona, piensa con el deseo, anuncia reformas, ahora internacionales, sin tener en cuenta en el cómo se hacen las cosas. ¿Se acuerdan de la orden de Petro al Fiscal de liberar a los de la Primera Línea el día de su posesión? Esto no es soplar y hacer botella. No es frotar y sacar al genio.
Pero me gusta la Unasur saben. Por lo menos está sirviendo como escenario para que los presidentes se digan verdades en la cara, como las de Boric de Chile a Maduro, a quien señala como directo responsable de la emigración de miles de venezolanos. Y de paso Maduro califica a Boric de hacer parte de la izquierda cobarde.
Y Petro solo busca el sur. ¿Y qué tal que en el norte este su sueño?
