En Pueblo Bello encontramos a quienes expresan su preocupación y nostalgia a través de las redes sociales, utilizando estas plataformas como una válvula de escape. La incertidumbre y el sentimiento de pérdida son palpables. Sin embargo, la reciente adhesión de antiguos opositores al movimiento encabezado por Alfredo Bohórquez es un indicativo claro de un cambio en el horizonte. El lamento y la incertidumbre parecen desvanecerse ante la determinación y el cambio.
En otro escenario, hay una realidad aparentemente inmutable. Aquí, la vida sigue su curso, y la indiferencia parece dominar. Esta actitud individualista es motivo de preocupación, ya que se aleja cada vez más de la inclusión social. No obstante, el compromiso, la experiencia, la disciplina y la transparencia de Alfredo Bohórquez han logrado movilizar a aquellos que anteriormente estaban apáticos, creando un sólido apoyo.
Sin embargo, no podemos pasar por alto a la realidad más vulnerable, aquella que experimenta directamente las carencias. Esta población enfrenta una desesperanza profunda, carece de servicios básicos, alimentos adecuados, atención médica y educación. Están atrapados en una espiral de desafíos diarios. Es esta realidad la que debe impulsar un cambio, recordando las promesas incumplidas y el abuso de las mafias políticas.
Esta tendencia señala que Alfredo Bohórquez se encuentra en una posición destacada, lo que se reflejará en las elecciones del 29 de octubre, marcando el comienzo de un nuevo capítulo para Pueblo Bello.
