Lotes del barrio Villa Concha, ubicados en la Calle 7B Bis con Carrera 28, están convertidos en botaderos de basura a cielo abierto, en donde carromuleros que operan en la ciudad de Valledupar, llegan para depositar desechos vegetales producto de podas, escombros y otros elementos que acarrean en su actividad diaria.
Los habitantes del sector han tenido que aprender a convivir con tan desagradable paisaje, ya que no hay intervención por parte de la Administración Municipal para controlar y meter en cintura a los propietarios de estos vehículos de tracción animal, regulando la disposición de este tipo de desechos en sitios establecidos para ese fin, por lo que los carromuleros siguen convirtiendo diferentes lugares de la ciudad en puntos críticos de contaminación ambiental y visual.
El irrespeto de los carromuleros ya no es solo por las normas de convivencia, sino con los ciudadanos que les llaman la atención sobre su actuar, a quienes agreden verbalmente y responden de manera vulgar e intolerante, tal como le ocurrió al reportero gráfico Raúl López, quien actuando como un ciudadano preocupado, sacó su cámara para guardar evidencia del momento en que un grupo de carromuleros arrojaba escombros y desechos de poda en uno de los lotes, tal vez pensando que al sentirse observados, dejarían de hacerlo.
Al percatarse de la presencia del reportero gráfico, sin ningún pudor y al mejor estilo del profesor Antanas Mockus, una de las mujeres que hacía parte del grupo de carromuleros bajó sus pantalones, mostró las nalgas y expresó a grito herido: “ven, tómala aquí”.
Para la ciudadanía, este hecho solo confirma que la situación con los carromuleros se le salió de las manos a las autoridades, y que, lamentablemente, no existe ningún respeto de estas personas ni hacia la autoridad y mucho menos, hacia la comunidad.
