Atrás quedaron los tiempos en el que los acordeoneros eran los líderes, amos y señores de las agrupaciones vallenatas. Atrás quedaron los tiempos de esos juglares como Alejo Durán entre otros, que mandaban en sus grupos y no necesitaban cantantes para interpretar sus temas, la mayoría de sus propias inspiraciones.

Poco a poco se fueron acabando aquellos que aunque tuvieran cantantes, eran los que imponían las condiciones, que pagaban a los cantantes, y hasta los mencionaban si querían. Esos tiempos son historia, y eso es materia de análisis permanente por parte de los folcloristas.

Y es que desde que los acordeoneros le cedieron el liderazgo a los cantantes en los grupos vallenatos fueron perdiendo todo. El protagonismo, el pago igual y hasta más que el cantante, la fama, etc, etc. Lo único que les quedaba era la dignidad, pero hasta esto parece quedar atrás por la prepotencia de las voces líderes de esos grupos vallenatos.

El más reciente caso ocurrió con el cantante Jorge Oñate quien durante el pasado fin de semana, durante una presentación en el municipio de Zambrano Bolívar insultó a su compañero de fórmula Julián Rojas. El rey vallenato, título que al parecer poco le importó a Oñate, fue tratado por este como «basuquero», luego de una discusión suscitada al parecer por fallas en el sonido del acordeón.

Aunque la presentación siguió, ya que  que humillado y todo Rojas continuó tocando, lo que se sabe que es que este salió del grupo del Jilguero de América. Y el término es salió, o mejor, fue despedido, porque no aplica la palabra Separación, pues al fin de cuentas el dueño de la agrupación es el cantante, ese mismo que impuso la moda de mandar más que los acordeoneros desde los tiempos de los hermanos López, donde llegó como un simple cantante, y terminó siendo el líder.

IVAN E IVAN

Despedido en tarima

Pero aunque el caso de Oñate y Rojas, es el más reciente, no es el primero que ocurre en público. En noviembre de 2010, el cantante Iván Villazón despidió a su acordeonero Iván Zuleta. En medio de una piqueria como se le llama al cruce de versos entre dos músicos, le dejó bien claro a su compañero de fórmula que él era el cantante, por lo cual era quien mandaba en el grupo.

A pesar de que la piqueria comenzó en buenos términos durante la presentación que se desarrollaba en Chinú Córdoba, y de que Iván Zuleta pretendía elogiar a su cantante, este iba subiendo el tono, hasta que por fin lo despidió entre verso y verso. Hace cinco años esa unión terminó.

El caso de Diomedes y Omar Geles

Otro caso similar fue el protagonizado hace unos años por el fallecido cantante Diomedes Díaz, quien luego de invitar al acordeonero Omar Geles a tocar y cantar con él la canción Yo No Puedo Vivir Sin Ti de la autoría de Geles, lo mandó a callar diciéndole la ya famosa frase » Toque el acordeón».

Díaz Maestre quien a decir verdad ya no tenía buena voz para cantar el tema, le pidió a Omar Geles que la interpretara, pero cuando este quiso hablar más de la cuenta, lo mandó a callar. Geles se bajó molesto de la tarima, las relaciones duraron tensas algún tiempo, pero luego siguieron siendo amigos.

Lo que queda claro es que los cantantes no solo mandan en el grupo, sino que parecen tener la autoridad despedir, pagar lo que quieren a sus compañeros, y hasta de despedirlos en vivo.

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